LAS MIL CARAS DEL ARTE
Como el arcoíris que engalana el cielo después de una fuerte lluvia es la Semana del Arte en esta ciudad del Sur de Estados Unidos. Art Basel Miami no está sola, sino acompañada por cerca de veinticuatro ferias desplegadas en todos los puntos de la ciudad —Art Miami & Context, Design Miami, Pulse, Untitled, Pinta Miami, Scope, Fridge, Nada Art, Aqua Art, Spectrum…—, así como en galerías, museos, centros culturales, parques, plazas, estudios de artistas, muros de la ciudad, hoteles, restaurantes y en la propia arena. Se movieron instalaciones de luces, formas y colores en un mosaico gigantesco de creatividad. Desde allí se puede tomar el pulso del arte de cualquier rincón de la Tierra, y descubrir lo que se hace en todos los continentes en materia de artes visuales. Uno quisiera el don de la ubicuidad para no perder nada en esos siete días.
Nuevamente el renovado y moderno Centro de Convenciones de Miami volvió a ser el embrión fundamental de Art Basel, hermana de la original y homónima, fundada en 1979 en Basilea, Suiza, por Ernst Beyeler, Trudi Bruckner y Balz Hilt. Art Basel Miami se creó en 2002, como destino ideal por su posición estratégica entre las dos Américas. En esta ocasión, entre el 4 y 8 de diciembre aparecieron en sus salones doscientas setenta galerías con cuatro mil obras, llegadas de más de treinta países. Pintura, escultura, dibujo, instalaciones artísticas, fotografías, arte digital, video… se reunieron en los diferentes sectores: Galleries —núcleo central—, Nova, Positions, Kabinet, Survey, Edition, Meridians y Magazines, donde se expuso una amplia visión de las revistas y publicaciones del universo del arte en el mundo. En este contexto paseó, por tercera oportunidad, Arte por Excelencias, con su número 48.
Mirada artística
Una ojeada a esta Semana del Arte mostró que las artes visuales están en excelente instante, aunque las maneras de crearla son ya, en estos tiempos de tecnología avanzada, muy diversas. Una visita a las diversas ferias abiertas aquí dejó ver obras de disímiles opciones. Y se repitió un denominador común en casi todas las ferias que componen este gigantesco evento: los materiales utilizados para realizar la mayoría de los objetos escultóricos y muchas otras piezas aparecidas en el recorrido no siguen al pie de la letra el verbo que le dio origen al principio: esculpir, sino más bien crear, armar, modelar plástico, telas, alambres, luces de neón, fibras, cristal… Otras son realizadas con materiales pobres encontrados por doquier, con una historia anterior que de hecho las enriquece por su originalidad. Sobresalen en el camino esculturas y objetos de gran tamaño, y también pinturas de inmensos formatos que resaltan tendencias como el kitsch, expresionismo, abstracción, minimalismo, figuración, y otras novedosas combinaciones tecnológicas que las enriquecen visualmente, como las de la nueva sección Meridians, donde expusieron sus obras grandes artistas, entre otros nuestro Flavio Garciandía.
Es también fácil advertir inteligencia, aires de buen gusto, virtuosismo técnico y muchos deseos de ser original. Los creadores se apropian de temáticas cotidianas, de símbolos universales que se traducen de muchas maneras para comunicar sus ideas —ya no talladas en madera o esculpidas en mármol o bronce— para reflexionar sobre el entorno con una conciencia humana y ecologista.