Medinat al-zahra: la ciudad brillante
en la selección de los once temas que lo integran. Para nadie es secreto que cada obra escrita, cantada por él o alguna importante figura de la canción tanto mexicana como internacional ha gozado de amplia difusión y popularidad en cualquiera de sus versiones. Y es que cantar a Manzanero, o que produzca el trabajo de alguna figura, sea establecida o debutante, es asegurarse un espacio en la popularidad o en las listas de éxitos en cualquier país, emisora de radio, selección discográfica —no se debe olvidar la impronta que dejó a nivel mundial la serie de discos Bolero que produjo para su compatriota Luis Miguel en los años noventa del pasado siglo— o simplemente a nivel personal.
Con este antecedente, tanto Haila como los productores generales logran crear un balance apropiado que responde a sus posibilidades vocales y, por qué no, a sus estéticas. Otro elemento importante en esta propuesta está en la forma de abordar musicalmente cada versión. Y aquí se establece la clara disyuntiva: salsa o bolero. La solución más salomónica fue la de asumir los patrones de eso que se llamó salsa erótica, solo que alejada de aquellos pastiches melodramáticos que la definieron a fines de los años ochenta, cuando el mercado musical del continente decidió modificar el tiro e imponer la onda latina. Y aquí musicalmente la ganancia es tanto para el compositor/intérprete como para la cantante.
Resultado: aquello que el poeta chileno Vicente Huidobro llamara «los equilibrios contrarios que alimentan el alma», al expresar y respetarse sus personalidades musicales, cada una en su plano vocal y conceptual. Manzanero dice sus temas y Haila los sonea con elegancia. Todos felices.
Como complemento, la presencia de un mariachi —asignatura obligada en la música mexicana que no todos logran aprobar—, fusionado con la banda u orquesta salsera, es una apuesta arriesgada de la que la cubana sale victoriosa, mostrando que está lista para empeños mayores más allá de su alma sonera.
Para nadie es un secreto que la globalización y otros factores extraculturales y económicos determinaron no solo el fin del de la literatura latinoamericana, la salsa brava, las canciones románticas. Garcia
Márquez y Manzanero son parte de nuestro evangelio cultural, que se expresa entre magia y amor inagotable. La música y la sociedad entraron hoy no solo en la era digital, también asumieron la obsolescencia programada como forma de realización social. «La vida útil de las cosas está programada de antemano», nos dice un demiurgo desde su tribuna, imponiendo sus patrones viles y mediocres. El pasado debe ser superado, afirma otro desde las redes sociales mientras en silencio llora sus penas y no tiene una tabla a la que aferrarse para salvarse de su ignorancia, que proclama estigmatizar a los que aman buena música y canción que nace del alma.
Sin embargo, hay cosas, hechos y vivencias que no caducan, como el respeto y la humildad. En esa categoría entra este disco al que rendir culto no debe avergonzar en tiempos donde violentar el placer y los sentimientos es patrón fundamental. Armando Manzanero y Haila María Mompie van a contracorriente.
Bienvenidos sean todos los mortales a este oasis sonoro.
WITH ALL DUE RESPECT: A MUSICAL OASIS
The name of Armando Manzanero Canché is a mandatory reference when talking about the soundtrack of the Caribbean and Latin America of the last sixty years. In each of his songs, he has defined attitudes, dreams and ways of life of tens of men and women when they have discovered the importance of the word love. The stories that his songs tell us have their roots in the magical-religious world that surrounds this continent in which we live.
Haila María Mompié is a Cuban black woman born in the seventies, the same decade in which the literary boom and the musical currents of this continent named above consolidated their cultural marriage. Culturally and religiously, she is closer to a character in Jorge Amado's novels (a black Bahiana woman) than anyone Octavio Paz has imagined. However, Manzanero's music is the link that unites these two lands.
Haila and Armando Manzanero have in common more cultural genes than one might think, even though they are generationally equidistant. To prove it right, they have decided to do what best identifies them: produce a common record.
Tras la declaración, hace año y medio, de Medinat al-zahra como Patrimonio Mundial de la Unesco, el mayor yacimiento arqueológico de España ha duplicado sus visitas. Era de esperar: la antigua ciudad califal fue una de las más bellas y prósperas de su época, y la que mejor se conserva en Europa.
Medinat al-zahra se construyó a mediados del siglo x por la dinastía omeya, como sede del califato de Córdoba, en una ubicación privilegiada, a ocho kilómetros al oeste de Córdoba, a los pies de Sierra Morena y sobre el fértil valle del río Guadalquivir. Pero su esplendor solo duró ochenta años: durante la guerra civil que terminó con el califato, entre 1009-1010, fue saqueada y sumida en el olvido, hasta su descubrimiento a principios del siglo xx.
Sus 113 hectáreas de superficie amurallada fueron declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) en 1923, aunque hasta la fecha, solo el diez por ciento del área urbana —alrededor de doce hectáreas— ha sido excavada, principalmente la zona del palacio fortificado y la Gran Mezquita.
Al haber estado oculta por casi un milenio, en Medinat al-zahra no hay construcciones posteriores, y los restos arqueológicos que se conservan son más antiguos que La Alhambra de Granada o la Mezquita de Córdoba, representando completamente la civilización islámica y sus primeras fases e influencia cultural en la península ibérica.
En la época de mayor esplendor político, social y económico de la España musulmana, Córdoba era la ciudad más avanzada de Europa, y Medinat al-zahra símbolo del poder de su califa. Desde el Gran Pórtico, partían las expediciones militares contra sus vecinos cristianos y del norte de África, y por allí entraban los embajadores y emisarios de otros reinos, que debían atravesar todo el recinto para, finalmente, ser recibidos en el Salón Rico (Sala de Abd-al-rahman III), rodeados de columnas y capiteles exquisitamente labrados, de arcos que alternaban el rojo, el blanco…
La regia ciudad se construyó en tres grandes terrazas, cercada por fuertes murallas y ocupada por jardines, casas privadas, edificios públicos y militares y cuartos domésticos. En la parte más alta se encontraba El Alcázar, residencia del califa Abderramán III, «representante de Dios en la tierra y guía de la comunidad musulmana».
Luego estaba la zona oficial (Casa de los Visires, cuerpo de guardia, Salón Rico, dependencias administrativas, jardines…) y, finalmente, la ciudad y la
Mezquita Aljama, separadas de las dos terrazas anteriores por otra muralla específica para aislar el conjunto palatino. Algunos de aquellos hermosos edificios, cuyos vestigios aún hoy podemos disfrutar, pertenecían a altos dignatarios, como la casa de Ya’far, chambelán de la corte, o la llamada Vivienda de la Alberca.
Contaba, además, con otras dos mezquitas, e infraestructuras como carreteras, puentes o sistemas hidráulicos, jardines y edificios con elementos decorativos y objetos cotidianos, que permiten conocer a fondo el esplendor de la desaparecida civilización islámica occidental de al-ándalus.
Actualmente, uno de los mayores retos que tiene el monumento es encontrar un financiamiento adecuado, pues se mantiene solamente con fondos de la Junta de Andalucía. Una de las opciones que se contemplan es subir el precio de la entrada, que es gratuita para los ciudadanos europeos y de un euro con cincuenta para los extracomunitarios.
La visita al monumento se hace de norte a sur, en sentido contrario a la estratificación social y física que tenía la ciudad. La idea es recuperar el acceso peatonal al yacimiento, a través de la desaparecida Plaza de Armas. También se trabaja en la restauración del Salón Rico, gracias a un convenio con la institución internacional de mecenazgo cultural World Monuments Fund.
Con la inscripción de la ciudad califal de Medinat al-zahra, Córdoba se situó en la cúspide de las localidades con más sitios con esta condición. La llamada «ciudad brillante» se suma a la Mezquita-catedral, su centro histórico y al Festival de los Patios, que se celebra cada año durante la primavera.
España ocupa el tercer lugar entre los países con más Patrimonios de la Humanidad del mundo, solo detrás de China e Italia.
MADINAT AL-ZAHRA: THE SHINY CITY
Following the declaration, a year and a half ago, of Medinat al-zahra as Unesco World Heritage site, the largest archaeological site in Spain has doubled its visits. This was something expected: the ancient Caliphate city was one of the most beautiful and prosperous of its time, and the best preserved in Europe.
Medinat al-zahra was built in the mid-10th century by the Umayyad dynasty, as the headquarters of the Caliphate of Cordoba, in a privileged location, eight kilometers west of Córdoba, at the foot of Sierra Morena and on the fertile valley of the Guadalquivir River.
Having been hidden for almost a millennium, in Medinat al-zahra there are no later constructions and the archaeological remains that are preserved are older than the Alhambra in Granada or the Mosque of Cordoba.
Spain ranks third among the countries with the most World Heritage Sites in the world, only behind China and Italy.
Quien pasa por Paraty durante el Festival Internacional de Literatura (Flip), encuentra un puerto literario que combina diversas artes. En las calles y espacios culturales se experimentan historias, conferencias, música, actuaciones, veladas, tanto en eventos oficiales como en paralelo, cuando autores y artistas independientes se reúnen y muestran espontáneamente su trabajo en las calles, cafés, bares, restaurantes y espacios alternativos. Del 10 al 14 de julio, cada cual vivió a su manera un poco de esta profusión cultural en esta ciudad histórica, que reúne la belleza de edificios históricos y diversas tradiciones religiosas y culturales, con hermosas iglesias, calles de piedra y un mar que llama a la convivencia con la naturaleza exuberante.
Fue la primera vez que participé en Flip como invitado, para lanzar mis libros Tsunamica, Denaturalizados, Poesía sonora: histórias e desdobramentos de uma vanguarda poética, Manos pulsantes, Utopías possíveis y para dar conferencias. Por invitación de Helvetia, un grupo editorial suizo-brasileño, impartí la conferencia
«Protagonismo femenino en la literatura», junto con Irislene Morato, presidenta de AJEB-MG Asociación de Periodistas y Escritores de Brasil, en representación de Minas Gerais. Hablamos de contemporáneos que han sobresalido en la literatura latinoamericana.
La escritora viva más destacada de América Latina es la novelista Isabel Allende, nacida en Perú, pero considerada una autora chilena, que ha vivido en Chile desde la infancia. Ha vendido más de setenta millones de copias y, por lo tanto, es la más popular de América Latina. Su best seller La casa de
los espíritus ha sido traducido a cuarenta y dos idiomas. Es considerada la gran representante femenina del movimiento literario del realismo mágico.
En otro aspecto, más bibliográfico y humorístico, la artista brasileña Rita Lee, conocida como músico por formar parte del grupo Mutantes, actualmente fuera del escenario, ha publicado libros en un idioma que habla mucho de temas contemporáneos con los niños. Lanzó Storynhas en 2013 con Companhia das Letras, ilustrado por el caricaturista Laerte Coutinho, con setenta y seis historias cortas publicadas por la autora en su cuenta de Twitter.
Entre los puntos destacados de la literatura indígena, la poeta Marcia Wayna Kambeba, autora de Ay kakyri Tama (Vivo en la ciudad), mezcla el portugués y el tupi-kambeba en su poética. Es importante destacar que en un Brasil donde hay más de ciento veinte lenguas indígenas, desconocidas para la mayoría de la población, el portugués es el idioma oficial. En este libro, la autora construye un puente entre su origen indígena y la vida en Belém do Pará, donde vivió por un tiempo, antes de mudarse a São Paulo. La literatura que ella produce está vinculada a una geopoética muy marcada por los problemas filosóficos y geográficos de la experiencia de una mujer indígena en el espacio urbano. Como poeta, adoptó el nombre indígena Wayna. Su poesía muestra similitudes con la literatura de Cordel y refleja la violencia contra los pueblos indígenas y los conflictos provocados por la vida de la ciudad: Índio, eu não sou! (Indio, no lo soy!) / Sou Kambeba, sou Tembé, (Soy Kambeba, soy Tembé), / Sou kokama, sou Sateré, (Soy kokama, soy sateré), / Resistindo na raça e na fé. (Resistiendo la raza y la fe)».
También hay que mencionar a la modernista Adélia Prado, poeta, maestra, filósofa y escritora de cuentos de Minas Gerais, cuya obra retrata la vida cotidiana con perplejidad y encanto, impregnada del aspecto lúdico, una de las características de su estilo único. Hay dos de sus trabajos traducidos al español: «El corazón disparado» fue traducido por Claudia Schwartez y Fernando Roy y publicado en Buenos Aires por Leviantan en 1994, y «Bagaje» por José Francisco Navarro Huamán y publicado por la Universidad Ibero-americana en México.
Finalmente, dedicamos unas líneas a la trayectoria de Conceição Evaristo, uno de los invitados oficiales de Flip este año. La escritora afrodescendiente, nacida en Belo Horizonte, que vivió su infancia y parte de su juventud en el barrio de Pindura Saia, desde los barrios marginales se convirtió en doctora y una de las autoras negras más importantes de la actualidad. En 2018 fue nominada para ocupar un asiento en la Academia Brasileña de Letras, y, aunque no fue elegida por la mayoría, continúa escalando lugares cada vez más altos en la literatura. Su novela más famosa: Poncia Vicencio, publicada en 2003 por Mazza, fue traducida al inglés por la editorial estadounidense Host, en 2007 y en 2015. En la Feria del Libro de París también cobró vida en francés a través de la editorial Anacaona, que lanzó L’histoire de Poncia, traducido por Patrick Louis y Paula Anacaona. Muchos se alinearon para escucharla hablar durante Flip. Al igual que Carolina Maria de Jesus, autora de The
Room of Eviction, ella sigue esta tradición de escribir un diario que retrata la miseria diaria que enfrentan quienes sufren un proceso de exclusión social. A través de la literatura, ha expresado cada vez más su voz y ha alcanzado un número creciente de seguidores.
FESTIVAL OF LITERATURE IN BRAZIL
Those who pass through Paraty during the International Literature Festival (Flip) find a literary haven that combines various arts. Stories, conferences, music, performances, evenings are experienced in the streets and cultural spaces, both in official events and in parallel, when independent authors and artists meet and spontaneously show their work in the streets, cafes, bars, restaurants and alternative spaces . From July 10 to 14, everyone lived a little of this cultural profusion in this historic city.
It was the first time I participated in Flip as a guest, to launch my books. Upon the invitation of Helvetia, a Swiss-brazilian publishing group, I gave the conference «Female prominence in literature», together with Irislene Morato, president of AJEB-MG Association of Journalists and Writers of Brazil, representing Minas Gerais. We spoke about contemporary writers who have excelled in Latin American literature.
Álvaro Castillo Granado (Bucaramanga, Colombia, 1969) llega a una librería, sobre todo si es de libros viejos o usados, y después de una ojeada, sus manos van a posarse, casi intuitivamente, como si estos lo llamaran, en aquellos textos que espera, busca, desea… Sabe que los libros tienen vida; ocultan señuelos, misterios… Posee «otra intuición», digamos que ha adquirido un nuevo sentido gracias al oficio de varios años como lector agudo, librero y editor.
Dueño de una librería en Bogotá, ha sido el director de Ediciones San Librario y de Ediciones Isla de Libros, pero, ante todo, Álvaro es un lector incansable: por añadidura, un soñador como pocos.
Este cazador de libros —como lo catalogara el narrador Jorge Franco— ha publicado El libro (recuerdos de un lector) (2004), Julio Cortázar. Una lectura permutante del capítulo 7 de Rayuela (2005), En viaje (2007), De cuando Pablo Neruda plagió a Miguel Ángel Macau (2008) y Encuentros con Paco Ignacio Taibo II (2013). Y ahora nos sorprende con Un librero, una selección de crónicas y relatos publicados por el prestigioso grupo Penguin Randon House en 2018.
«Nunca se sabe dónde van a aparecer los libros. Llegan y se van azarosamente. Es como si respondieran a un llamado misterioso, ancestral, para llegar y formar parte de una historia siempre nueva. Algo así como una novela constante. En la ciudad aparecen en lugares que son otra ciudad. He ido a buscarlos hasta Nueva Delhi, por ejemplo, a la casa de un librero, que no he vuelto a ver, con patillas de prócer independentista y apellido de héroe cubano: Maceo», escribe Álvaro en «La piel suave», el primer relato de Un librero, una historia de amor relacionada con Razón de ser, poemario del español Pedro Salinas, miembro de la Generación del 27: la foto en blanco y negro de una enigmática mujer, en las páginas de un libro de Salinas; unos versos subrayados con tinta azul; una nota en el reverso de la foto «como recuerdo de un gran amor»; la posibilidad, pero, al mismo tiempo, la añoranza, la permanencia…
Cada libro posee sus historias: la del libro en sí, aquellas que leemos en sus páginas, pero también resulta un espejo de quien lo escribió. «El hombre es el hombre y el espejo», subrayó Alfonso Reyes. Además, el libro cobra vida realmente cuando se lee. Libro y lector conforman así una unidad: se reconocen, se acercan, se hacen uno; comparten miedos, dudas, certezas, pero no son indiferentes. Un libro nos recuerda un momento específico de la vida, una persona, un amor… De esto también nos habla Álvaro Castillo Granado en las páginas de Un librero.
Narrados con dominio, maestría, y en ocasiones desde diferentes puntos de vista, lo que nos demuestra que Álvaro es, además de un lector hábil y perspicaz, un interesante narrador, estos relatos nos llevan a los viajes de un ejemplar, el primero en salir de imprenta, de la edición prístina de los sonetos de Shakespeare con traducción del argentino Manuel Mujica Láinez; «los ojos negros, grandes como uvas» de Ada tras El amante de Lady Chatterley, de D. H. Lawrence; la historia, narrada por su protagonista, de una
CADA LIBRO TIENE SU HISTORIA Y RESULTA UN ESPEJO DE QUIEN LA ESCRIBIÓ
conocida foto en el malecón habanero, donde, tras la cámara de Chinolope, posa Cortázar y un joven corre detrás por el muro; y las historias en Chile del veterano revolucionario Alberto Troncoso y su relación con Pablo Neruda y su Antología popular, y la visita a este país del dictador cubano Fulgencio Batista en 1944.
Además, en Un librero, ya con varias reimpresiones en su reciente primera edición, Álvaro nos hace partícipes de relatos —los suyos, pero que también ya son nuestros— sobre la Autobiografía del general colombiano José Rogelio Castillo, publicada en Cuba por la Editorial de Ciencias Sociales; las Conversaciones con un sacerdote colombiano (puntos de choque con la Iglesia), editadas en 1957 y donde Rafael Maldonado Piedrahíta dialoga con el joven sacerdote y guerrillero Camilo Torres Restrepo; El Che en Bolivia, recopilación de Carlos Soria Galvarro publicada en 1994 y cuyo quinto tomo demoró veintidós años en llegar a sus ávidas manos; Las armas secretas, de Julio Cortázar, en su primera edición de la Editorial Sudamericana en 1959, y esta vez en un ejemplar dedicado al autor de El regreso, el escritor cubano de origen estadounidense Calvert Casey, por lo que Álvaro nos lleva a las referencias sobre Calvert en la correspondencia cortaziana publicada por Alfaguara y a la trascripción de una conversación con el escritor cubano Antón Arrufat, amigo de Cortázar y de Calvert; y su relación con el exguerrillero y escritor colombiano Yezid Arteta Dávila, quien, desde la prisión, le encargaba libros, Celia se pudre, de Héctor Rojas, entre ellos, y le enviaba además los suyos.
A manera de Epílogo, Álvaro añadió varios relatos que resultan un homenaje a los libreros que ha conocido en diferentes partes del mundo, pero sobre todo esos que en La Habana o Bogotá son capaces de «entregarnos un libro que se convierte en una ruta, una aventura, un destino».
¿Cuántas puertas a disímiles posibilidades palpamos en estas historias? Cada libro al que nos acerca Álvaro —el libro como excusa y también como posibilidad— nos trae reminiscencias de su vida, pero también de las nuestras. Como Juan Gabriel Vázquez, uno de los escritores colombianos contemporáneos más reconocidos, sabemos que Álvaro Castillo «no es un librero: es un médico de cabecera que trabaja de otra forma. Su libro es una confesión, una exploración de la vida secreta de las páginas y un canto de amor a uno de los grandes oficios del mundo».
Un librero nos trae varias alegrías: un estilo preciso y ameno, atractivo; historias donde los libros, ellos, sus páginas, sus lectores, son los protagonistas; y sabernos amigos y cómplices de Álvaro, ese librero, editor y escritor colombiano que sabe que los libros «viven en un eterno presente que se desata y reactualiza cuando encuentra sus destinos en las manos de un lector».
A BOOKSELLER, ÁLVARO CASTILLO GRANADA
Álvaro Castillo Granado (Bucaramanga, Colombia, 1969) arrives at a bookstore, especially if it deals with old or used books, and after a glance, his hands will settle, almost intuitively, as if they had called him, on those texts that he waits for, searches, wants...he knows that books have life; They hide decoys, mysteries... he has "another intuition", let's say he has acquired a new sense from the experience of several years as a witty reader, bookseller and editor.
An owner of a bookstore in Bogotá, he has been the director of Ediciones San Librario and Ediciones Isla de Libros, but, above all, Álvaro is a tireless reader: in addition, a dreamer like few others.
This book hunter - as narrator Jorge Franco named him - has published El libro (recuerdos de un lector) (2004), Julio Cortázar. Una lectura permutante del capítulo 7 de Rayuela (2005), En viaje (2007), De cuando Pablo Neruda plagió a Miguel Ángel Macau (2008) and Encuentros con Paco Ignacio Taibo II (2013). And now he gives us a surprise with Un Librero, a selection of chronicles and stories published by the prestigious Penguin Randon House group in 2018.
Nosotros soñamos siempre con una revista cultural impresa que fuera candil de casa y alegría de muchos…», escribí de cara a nuestro décimo aniversario, hace ya casi un año. Ya pensamos la revista Arte por Excelencias número 50. Y lo hacemos de la mano de nuestros amigos y colaboradores, protagonistas de este empeño en otro siglo en que desaparecen las gacetas y revistas impresas como si fueran los últimos dinosaurios.
Por eso nos fuimos hasta la celebración de los 500 años de Panamá, y compartimos el último ejemplar con Carlos Aguilar, recién nombrado ministro de Cultura, mientras para conmemorar los 500 de La Habana solicitamos el enorme y hermosísimo salón de fiestas del Gran Teatro de La Habana, donde no cupo un alma para presentar la revista especial de Excelencias Turísticas, y la de AXE, cuya portada recreaba la ciudad de la pintora Ileana Mulet.
Y como dan fe las páginas de esta 49, Duna Viezzoli recorrió los pabellones de la Bienal de Venecia, uno a uno antes del último cierre, para poder describirlo a los lectores, en tanto el crítico de arte Tony Piñera y nuestro presidente José Carlos de Santiago recorrieron otra vez Art Basel y el sistema de ferias que inundan en diciembre a Miami, en esa especie de letanía que es entrar y salir de cada una de ellas con la percepción de que allí donde no hay originalidad y coherencia, se impone el comercio y la subasta desmedida.
Así que nos alivia recibir a los amigos en La Habana, donde por suerte la publicidad no aplasta los techos de los edificios. Junto a los delegados del 41 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano lanzamos la revista en el Salón Sancti Spíritus del Hotel Nacional, mientras Pabexpo nos veía presentando
Arte por Excelencias casi en un pasillo de la Feria Internacional de Artesanía (Fiart), mas entregando nuestros ejemplares, que el amor y la perseverancia son más fuertes. En tanto, el editor y periodista Jorge Fernández Era prepara maletas para nuestro stand en Zona Maco, y nuestro presidente José Carlos de Santiago no se cree los descansos y comienza su itinerario del 2020 recorriendo las principales ferias del mundo.
Nos aguardan días fabulosos defendiendo la necesidad de la cultura en nuestros pueblos de Iberoamérica y el Caribe. Siempre un mundo mejor es necesario y posible. Espero nos sigan acompañando en www.arteporexcelencias.com