El Málaga se despide de Primera dando lástima
Rémy marcó de penalti y la grada sentenció a los suyos
El Málaga terminó de manera formal con diez temporadas ininterrumpidas en Primera División dando pena y vergüenza ajena para no variar y ante sólo 10.064 espectadores, la peor entrada en muchos años. El público castigó a sus profesionales con la crueldad y severidad que recogen quienes han sembrado todos estos vientos de sonrojo impresentable. El peor colista de las mejores ligas europeas vio cómo el Getafe se llevó los tres puntos que le aseguran un excelente octavo puesto. La gran suerte del equipo madrileño es no tener a Abdullah Al Thani como propietario y presidente.
El partido en sí tiene poco que contar porque toda la historia es analizar los cánticos con los que la afición ha sentenciado a unos profesionales que han arrastrado la camiseta blanquiazul. Unos desde Qatar, otros desde la dirección deportiva o técnica y, por supuesto, los jugadores. Todos han dado vergüenza. Para muestra estos fueron algunas de las proclamas más duras: “¡Al Thani vete ya!”. “¡Jugadores mercenarios!”. “¡Miguel Torres, copa de balones!”. “¡Rosales, vete de un cono!”. También se pasó al modo irónico cuando el árbitro se acercó para hablar con José González. La grada cantó: “¡Échalo!”.
Ante este panorama el Getafe no tenía más remedio que ganar. El equipo madrileño puso un poco más de interés en el evento, pero tampoco para tirar cohetes. A los 73 minutos, Rémy, que acababa de entrar al terreno de juego, se fue de Iturra, penetró en el área y fue derribado por Diego González. Clásico penalti absurdo que el exjugador de Las Palmas transformó en el 0- 1 definitivo. Tras terminar el partido la afición reclamó que los jugadores volvieran al terreno de juego. Algunos de ellos se acercaron a la gente para pedir perdón por una campaña que ha sido una completa vergüenza. Al Málaga no le queda más remedio que reinventarse y emplear una cirugía que pasaría por un cambio radical de su caprichoso propietario que debería trabajar más y tuitear menos.
Futuro incierto El club necesita una cirugía. Deberá reinventarse