Caparrós se regala una victoria de despedida
Marcó Ben Yedder y se lesionó el árbitro Del Cerro Grande
EI Sevilla le regaló a Caparrós una victoria de despedida. Lo merecía el técnico de Utrera, que se ha fajado en 20 días salvajes que le han rejuvenecido 15 años y de los que ha salido triunfador con un empate y tres victorias. La última, en un partido tan extraño que dejó tres lesionados: Sandro, Adrián Diéguez..., y Del Cerro Grande. El madrileño sintió un pinchazo y terminó la temporada como cuarto árbitro. Rarezas del fútbol.
Al partido no se le podía pedir nada y nada tuvo. Caparrós, que desde que llegó ha probado casi todos los sistemas ( 4-- 2- 3- 1, 3- 5- 2, 4- 4- 2), se inventó al Mudo Vázquez de falso interior derecho. También le salió bien. El argentino se inventó la jugada del 1- 0 que marcó Ben Yedder, máximo goleador sevillista durante la temporada. Caparrós se lo pasó en grande dejando que la lluvia le empapara el traje porque es su manera de demostrarle a la tribuna su grado de implicación. Sin duda, era a quien más le iba en el partido. El Alavés no fue un equipo abandonado pero jugó sin tensión y apenas asustó con un tirazo de Sobrino al palo.
Abelardo no se sentía en disposición de pedir mucho más a sus jugadores después del trabajo de gigante de estos meses. Su mejor elemento fue Pacheco, que además de beneficiarse de varios tiros al poste se sacó un par de paradas marca de la casa. Munir e Ibai, al que sólo una gran mano de Soria impidió marcar un golazo de falta, le dieron un poco más de color al Glorioso en una segunda parte de ida y vuelta a la que la grada, pendiente de sus cánticos, no prestó demasiada atención. El curso terminó en Nervión bajo la lluvia, con la sensación de aprobado raspado y propósito de enmienda. Al menos, en Caparrós ha encontrado el Sevilla alguno de esos eslabones que construyeron un equipo grande. Volver a los orígenes.