Se quitó la espina de 2018 y fue 37º con el Toyota de serie
Tú escribe que ha sido muy fácil”, dice Diego Vallejo, copiloto del SsangYong, con problemas estomacales después de una etapa final que fue más dura de lo que todos esperaban. Pero no cambia el mensaje final: gran papel de los pilotos españoles en el Dakar peruano. Isidre Esteve y Txema Villalobos finalizaron en 21ª posición con el 4x4 de Sodicars, sin guardarse nada y destacando por detrás de la flota de Hilux, Mini y Ford. Sigue progresando el catalán y cada vez está más cerca su salto a un equipo puntero para seguir haciendo en coches lo que un día hizo en las motos y sin barreras por delante.
Cristina Gutiérrez con el Mitsubishi Eclipse Cross, dio paso adelante en la clasificación junto al copiloto Pablo Moreno Huete, que llegó sin experiencia y se ha destapado como excelente navegante y mejor mecánico. Acaban 26º y con la sensación de que sin las cinco horas perdidas camino de Arequipa habrían entrado en el top-20.
Peor se portó el desierto con el SsangYong Rexton DKR de Óscar Fuertes y Vallejo, pero sobrevivieron y vuelven a casa terminando sus dos participaciones, esta vez con el 33º.
El veterano Xavi Foj se quitó la espina del Dakar 2018, que tuvo que acabar demasiado pronto, y acabó con el Toyota Land Cruiser de serie, fue 37º. Dani Solá y Pedro López Chaves destacaron por su velocidad con el Can-Am, aunque terminaron en la 39ª plaza, justo delante de Joan Font y Juan Félix Bravo, mientras intentaba llegar Emilio Ferrando y Guillermo Gómez de las Heras, todos con UTV Open. Rosa Romero, que se estrenó como copiloto junto a la italiana Camelia Liparoti en un buggy de Yamaha para acabar 38ª. Y Álex Aguirregaviria cerró la clasificación con más de 300 horas en su Land Cruiser. Pero acabó, y eso es lo importante.
Xavi Foj