De Ligt, primer juguete electoral para 2021
La oposición pasará factura a Bartomeu si fracasa
De alma cainita, y con un espíritu guerracivilista inyectado en su clima democrático, el Barça ya ha conseguido convertir el fichaje de De Ligt en un asunto electoral. Aunque no se votará hasta 2021 salvo adelanto de elecciones, Josep Maria Bartomeu apostó todo por el central holandés cuando el 6 de abril dijo: “Yo ya sé qué pasará con De Ligt”. El presidente jugó fuerte en el mensaje y fue imposible no dar por seguro el éxito de la operación. Fichar a De Jong y De Ligt, poner las bases del Barça del futuro y hacerlo además con dos jugadores de la escuela Cruyff (esa que Laporta asegura que Bartomeu quiere “borrar de la historia”), era un golpe de mano que, acompañado de buenos éxitos deportivos, podía legitimar al candidato
continuista en las próximas elecciones. Salvo sorpresa, Jordi Cardoner.
Sin embargo, el viento se ha vuelto en contra de Bartomeu. El fichaje se ha complicado y eso ha sido aprovechado por la oposición para señalar el gravísimo error que supondría no tener a un jugador con un futuro tan imponente. “Haría todo lo posible por ficharlo. Es uno de los talentos únicos que hay en el mercado y es una buena pieza renovar a la generación actual. Si al final De Ligt no viene, no creo que sea por dinero, sino por un tema de proyecto deportivo”, dijo Víctor Font, oficioso jefe de la oposición, que supo dónde golpear: en el desgastado prestigio del manager del área de fútbol, Pep Segura.
Así que observando que el asunto De Ligt se volvía como un bumerán contra él, la actual clase dirigente del Barça ha ido deslizando sobre su entorno más afín el perfil más negativo de De Ligt: su comportamiento altivo, sus exigencias económicas y el factor Raiola. Lo más sorprendente ha sido el último capítulo: el desprestigio deportivo por sus errores en la Liga de Naciones; o su poca ambición por no querer aceptar el reto de ser titular. Un proceso preventivo de destrucción. Puro electoralismo de los dos bandos.
Nervios Los sectores afines a la directiva deslizan críticas al jugador