Simetría y sindéresis de Lionel Messi
Se le ha visto poniendo a punto sus pies, en los que lleva dibujados los nombres de sus hijos. Sin su apellido en la alineación se hacía un hueco no sólo en el Barcelona sino en LaLiga. Ante el volante, enfurruñado, es igual que en el campo, consciente de que algo le espera adelante. Ninguno de sus movimientos, incluso aquellos más desganados, se inicia sin tener constancia del fin al que se dirigen, el gol o el compañero que merece, por posición y por disposición, el apoyo de un centro suyo. Todo lo que hace, incluido lo que ha hecho al volante y hasta en el gimnasio, es un testamento de su poder de simetría y de sindéresis.
Todo el mundo sabe lo que es la simetría, “Correspondencia de posición, forma y tamaño respecto a un punto, una línea o un plano…”, y es fácil encontrar el concepto de sindéresis (“Capacidad natural para juzgar rectamente, con acierto…”), y quien no sepa que Lionel Messi tiene ambas habilidades no entenderá cabalmente el nerviosismo que se apoderó de la afición y de los medios estos días en que parecía que el recomienzo de LaLiga no iba tener su concurso. Manuel Vicent decía ayer, a otro propósito, que sin pensamiento daba igual la sintaxis. Pues Messi también tiene pensamiento, aunque no lo hable. Por eso su sintaxis es la más completa de esta Liga que lo espera.