Así llegan los jugadores del Barça a LaLiga: Griezmann
Puede que lo de Michigan fuese un espejismo. En el último partido de la pretemporada del Barça, Griezmann jugó como teórico extremo izquierdo al lado de Suárez y Dembélé (4-0 al Nápoles en Ann Arbor). El francés se divirtió. Principalmente, porque vivió muchos minutos en el área. Griezmann abandonaba la posición con frecuencia para hacer el doble delantero con Suárez y estar cerca del gol, donde había consolidado su carrera. Pareció que aquel movimiento táctico se convertiría en norma.
La temporada, sin embargo, ha enseñado un Griezmann menos protagonista. Ha marcado ocho goles en 26 partidos de Liga, pero casi todo el mundo está de acuerdo en que ha estado más pendiente del equipo que de sí mismo. Del trabajo defensivo, de un posicionamiento ofensivo ordenado para no descuadrar los automatismos... Ese encorsetamiento en el puesto de extremo izquierdo le ha perjudicado. Sin lesiones durante el curso, el gran objetivo de Griezmann en los once partidos de Liga que restan es expresarse más en el campo y disfrutar más. Su liberación beneficiaría al Barcelona. La imagen de Griezmann en Michigan, pisando el área, es la que necesita el Barça.