Manu Molina

Manu Molina (29 años, Huelva) afronta con mucha ilusión la temporada en la que el Ibiza debutará en LaLiga Smartbank. Pero sobre todo se sentirá futbolista de nuevo después de que se tuviera que perder el playoff de ascenso por culpa de un tumor testicular que se le diagnosticó en los días previos. El mediocentro fue intervenido con éxito de aquella afección y tiene más hambre de fútbol que nunca.

—¿Cómo está yendo pretemporada?

—Muy bien. Al final las pretemporadas son para coger muchos kilómetros en las piernas y en eso estamos. Tenemos muchas ganas e ilusión. —¿Qué les espera en Segunda, usted que la conoce?

—Es una categoría muy larga, en la que hay que mantener una regularidad. El primer

la objetivo es la permanencia, después ya veremos. El año pasado fuimos muy regulares y fuimos campeones de Liga y ascendimos. Pues la Segunda es igual, aunque sí que es verdad que hay muy buenos equipos y grandes jugadores. Va a ser un año largo y no tiene que entrarnos la ansiedad y el nerviosismo.

—Vaya estreno. Zaragoza, luego Málaga…

—Ir a La Romareda para el estreno del Ibiza en Segunda División, y después el Málaga en casa, va a ser brutal. Vamos a estar preparados, seguro. Tenemos muchas ganas de que llegue ese día y demostrar en el campo que somos un club humilde pero que vamos a hacer cosas bonitas este año. Tenemos unas señas de identidad. Somos una familia y dentro del campo se nota. Pero tenemos que trabajar mucho y falta aún mucha gente por llegar. La línea es la humildad, el trabajo, la constancia y nunca agachar la cabeza. Eso nos va a dar muchos resultados buenos en esta categoría.

—Ha superado un tumor testicular, ¿Está recuperado después de lo que le pasó?

—Sí, he estado todo el verano entrenando y estoy perfecto de mi lesión. Estoy entrenando con el grupo al cien por cien y me encuentro muy bien. Tengo muchísima ilusión de volver a Segunda División. Quiero hacer mi fútbol y ayudar al equipo dentro del campo.

—¿Le va a saber especial este regreso?

—Cuando me presentaron este proyecto la ambición era estar donde estamos a día de hoy. No me lo pensé dos veces y la verdad es que acerté. Quiero demostrar dentro del campo y en Segunda División lo que valgo. Años atrás mucha gente no me quería porque veían que a lo mejor me faltaba un puntito. Pues quiero demostrar a esa gente que sí que valgo y que se confundieron conmigo.