Mireia y la incertidumbre
La badalonesa reconoce que la preparación no ha sido “perfecta” y que nadar una final sería el objetivo
Alos cuartos Juegos Olímpicos, Mireia Belmonte podrá colocar en su maleta el vestido para el desfile de la inauguración. En Tokio será abanderada junto a Saúl Craviotto (“aún no sabemos cómo llevaremos la bandera”) y vivirá una “recompensa” a su carrera brillante y una “motivación” para conseguir en la capital japonesa, al menos, nadar otra final olímpica, el objetivo más real de la badalonesa, que no ha podido realizar un ciclo olímpico productivo.
Desde 2017, Mireia Belmonte no ha conseguido subirse a un podio internacional. Este año, a sus 30 otoños, hay que sumarle dos lesiones que le han impedido apuntarse a los 200 mariposa, la prueba en la que es campeona olímpica: “La principal razón es que he estado lesionada del hombro y las hernias. Son dos partes importantes en la mariposa”, comentó. Todo ello ha provocado que la preparación no sea la adecuada: “No voy de vacío, pero no sé que pasará. No fue un año perfecto, pero no bajo los brazos. Soy consciente de lo que ha pasado. Serán como los primeros Juegos en cuanto a ilusión”, valoró.
La nadadora de la UCAM afrontará un programa menos exigente pero “con pruebas bastante duras”. Su repertorio individual se basará en tres pruebas: 400 estilos, 800 y 1.500 libre. Con una ardua competencia en las pruebas de fondo, la badalonesa podría tener más opciones en la primera competición, en la que se colgó un bronce en Río 2016, aunque se mueve en la incertidumbre: “Tengo tres oportunidades de hacerlo bien. Iré a por las tres y saldrá la tenga que salir. La que mejor nadaré será en la que mejor me encuentre ese día”, manifestó.
A diferencia de otros campeonatos, Mireia no tendrá a su entrenador, Fred Vergnoux, al lado. Su técnico desde 2010 debió decidir entre entrar en la burbuja de las aguas abiertas o la de la natación, y optó por la primera. Mireia le resta importancia: “El trabajo ya está hecho, toca demostrarlo. He estado en algunas pruebas de la Copa del Mundo sin él”. Después de los Juegos, Vergnoux empezará su nuevo proyecto en el Metropole canario. Mireia no quiere pronunciarse hasta que “medite” después de Tokio: “He decidido centrarme en estos Juegos y darle el respeto que merecen; lo que pueda pasar luego, lo meditaré. No sé darte una respuesta porque no la sé. No puedo decir nada, necesito descansar”.
Anécdota Vivirá su primer desfile, además de abanderada con Craviotto