Lydia Valentín
❖ Lydia Valentín llega a sus Juegos Olímpicos más complejos. La berciana, de 36 años, ha estado rodeada de incertidumbre en la previa. A falta de un mes para que se cerrase el proceso de clasificación olímpico, la Federación Internacional modificó el sistema. Eso la dejaba fuera de su categoría (-76 kg). La española aprovechó un resquicio en el reglamento y clasificó en -87 kg (2 de agosto, 8:50, la final) para asegurarse su presencia en Tokio. Dudó hasta el último momento (se confirmó a menos de 20 días para la inauguración), y al final tendrá que ir en una división superior. Ella prefería la clásica (se movió de 75 a 76 kg para eliminar los récords de levantadoras dopadas), pero una vez ha tenido que amoldarse a la situación.
Por esas dudas y por el aplazamiento de un año, Lydia está ante sus Juegos más difíciles. Es la cuarta clasificada del ranking de su nueva clase, por lo que la opción de medalla es real. Además, una triple medallista olímpica siempre tiene el cartel de favorita. Pese a ello, será difícil. Tendrá que tirar de experiencia para jugar sus cartas a la hora de cargar pesos y no fallar. Sus oponentes serán más grandes y podrían levantar más, aunque sobre el papel solo tres rivales la mejoran. Valentín ha logrado todo lo que puede soñar cualquier halterófilo, pero a la berciana le queda un reto más. Solo la china Chen Yanqing ha logrado dos medallas de oro en dos Juegos Olímpicos (2004 y 2008). Es difícil, pero si alguien puede es ‘superLydia’. Ya ha demostrado que no hay imposibles.