Manda Álex Dujshebaev
Dos golazos del lateral le dan a la Selección la primera victoria en el grupo de la muerte ante Alemania (27-28)
Se abrazan los Hispanos de Shibuya. Gritan y se interpelan entre ellos sobre la madera sagrada del Yoyogi. España acaba de ganar a Alemania (27-28) en el debut, un partido jugado al filo de la navaja con el final de thriller impresionante que resolvió Álex Dujshebaev, lateral de carácter que se jugó los cuartos cuando de verdad estaba caliente el partido y salió vencedor.
Dujshebaev se tiró contra el mundo y sacó su muñeca izquierda a pasear para hacer magia. Esta vez, por fin, sus goles (el 27-27 y el 27-28) no tuvieron respuesta de los germanos gracias a una falta de
ALEMANIA ESPAÑA ataque provocada con maestría por Ángel Fernández. Una pérdida de Gurbindo, que quería evitar el pasivo casi arruina la primera victoria. Pero los Hispanos resistieron. Los gritos del final no son casuales. Han venido a hacer algo grande.
España se trabajó un triunfo inicial básico en el grupo de la muerte. Empezó nerviosa, con alguna pérdida absurda, vaselinas sin éxito de Adriá Figueras y cambios defensivos sin éxito. Con 9-6, Jordi Ribera dijo a sus jugadores: “Estamos bien en ataque, pero atrás jugaremos defensa seis-cero”. Quería tocar algo porque Alemania fue variando su ataque, trufado en ocasiones con el portero-jugador. España supo adaptarse y tomó una buena diferencia mediado el segundo tiempo (1619). Pérez de Vargas paró un penalti y Entrerríos hizo un golazo desde primera línea para el 18-20. Pero Alemania, con experiencia y una tremenda capacidad competitiva, volvió a un partido exigente y físico.
La situación límite se produjo con 25-25, cuando Gurbindo fue excluido. España sobrevivió a los dos minutos con un jugador menos (26-26) y ganó el partido atrás, con las defensas de Ferran Solé y Ángel Fernández. El golpe final lo dio Dujshevaev. Sus compañeros le abrazaron al final. Él miró a la grada y señaló a alguien. Los Hispanos de Shibuya vienen a por faena.