El as parisino no pudo ayudar a ganar a Francia
Una Bosnia guerrera empató
■ Ni la vuelta al emblemático campo del Estrasburgo hizo reaccionar a Francia, una selección abocada en el resultadismo de Deschamps que le dio el Mundial de 2018 y que no parece evolucionar su fútbol hacia una tendencia ganadora. Tras el aviso de la Eurocopa y a poco más de un año para el Mundial de Catar, la actual campeona del mundo sigue sin carburar. Ayer empató a uno ante una Bosnia muy competitiva en un partido en el que Koundé vio la roja en la segunda parte por una dura entrada a Kolasinac.
Dio la sensación de que Francia seguía teniendo pesadillas con la Eurocopa. Realizó una primera parte bastante espesa ante una Bosnia guerrera que defendió con cinco defensas y compitió de maravilla. La lentitud en la circulación de balón de los galos, unido a la falta de profundidad en bandas provocaron que los de Deschamps no tuvieran claridad.
Salvo un remate de Mbappé al poste (eso más una acción de cola de vaca en la banda fueron sus detalles más importantes) la sensación en Estrasburgo es que el gol bosnio podía llegar antes que el gol francés. Y así sucedió. Dzeko aprovechó un error de Lemar para batir a Lloris. Sin embargo, todo el peligro que no había tenido Francia durante 40 minutos se compensó inmediatamente. Griezmann empató de forma poco ortodoxa tras anotar con la espalda un centro de Mbappé de córner y puso las tablas en el marcador antes del descanso. Francia, con uno menos por la roja a Koundé, firmó el armisticio en Estrasburgo.