AS (Andalucia)

Alemania: mucho juego por dentro y dudas atrás

La endeblez defensiva ha sido criticada, mientras que el buen tono de Musiala entre líneas fue lo más positivo. Arriba también podría haber cambios. Fueron muy superiores a Japón en la primera mitad

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Una derrota casi inexplicab­le. La debacle ante Japón, que deja a Alemania en una situación dramática y sin red de seguridad, sorprendió por la entidad de los dos contendien­tes, pero resulta aún más difícil de explicar tras ver una primera parte de absoluto control germano en la que los nipones prácticame­nte no tuvieron posesión de balón ni consiguier­on acercarse a la portería rival –salvo en la acción del gol bien anulado–. El conjunto de Flick rozó el segundo tanto –incluso lo festejó, pero el VAR se lo quitó–, encontró a Musiala en infinitud de ocasiones entre líneas, proyectó a Gündogan hasta zonas de finalizaci­ón y logró que su adversario no pudiera contragolp­ear al robarle el balón permanente­mente en campo contrario. ¿Qué sucedió después? Hay que darle mucho mérito al técnico de los asiáticos, que modificó el sistema, introdujo variantes netamente ofensivas y arriesgó encontrand­o el premio. Pero las lecturas que se hacen en Alemania se centran en los errores propios: una relajación excesiva al comprobar la superiorid­ad del primer tiempo, una cierta tendencia al adorno dejando de lado la contundenc­ia y, por encima de todo, una debilidad defensiva que choca con la imagen histórica de la robustez de su zaga. Salió muy señalado Schlotterb­eck, que estuvo blando en el cuerpeo con Asano en el 1-2 y que podría perder su puesto. Flick lo había emparejado en el eje junto a Rüdiger ubicando a Sule en el lateral derecho, y el ex del Bayern volvería al centro de la defensa si el técnico modifica su última línea.

Mucha gente en tres cuartos.

Aunque la formación de partida es un 4-2-31 (y así se ubica el equipo en fase defensiva), Flick usa una estructura muy diferente en el inicio del juego desde atrás. Uno de los laterales se queda para juntarse con los dos centrales y forman una línea de tres para la salida de balón (Sule-Rüdiger-Schlotterb­eck). El otro lateral, en este caso el izquierdo (Raum), gana muchísima altura, situándose en posición de extremo, siendo equivalent­e al atacante derecho (Gnabry). De este modo, Musiala se mete hacia dentro y se sitúa en una doble media punta junto a Müller: una zona a la que también se suma a menudo Gündogan, que deja a Kimmich como hombre posicional en la base. Alemania acumula a varios jugadores de talento entre líneas y es especialme­nte peligrosa en esa zona por detrás del punta. Y más lo será si recupera finalmente a Sané.

La variante de Füllkrug.

La lesión de Werner y la propia escasez de nueves a la vieja usanza dejó a Flick sin un delantero centro de referencia, y el selecciona­dor de Alemania lo encontró en el Werder Bremen, un equipo recién ascendido. Así pues, se llevó a Niclas Füllkrug al Mundial pese a que hace unos meses jugaba en la Segunda División. Su estreno de curso en la Bundesliga ha sido fantástico: es el segundo máximo goleador del campeonato con diez dianas en catorce partidos. Ya fue la solución de emergencia contra Japón en el tramo final y ganó un balón aéreo gracias a su tremenda corpulenci­a que generó una clara ocasión de gol en el descuento. La otra alternativ­a que posee el técnico si no quiere repetir con Havertz

como falso nueve es apostar por el joven de dieciocho años Youssoufa Moukoko,

cuya movilidad, desparpajo y potencia de disparo le han permitido batir varios récords de precocidad en el fútbol alemán. Incluso Karim Adeyemi podría actuar en esa misma posición, aunque lleva casi toda la temporada jugando en la banda.

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 ?? ?? Füllkrug.
Füllkrug.

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