Un autogol de Erik Morán alegra a un tenso Málaga
La Ponferradina roza el empate con un gol anulado a Medina
El Málaga ganó, porque no tuvo más remedio, un partido sin calidad que se resolvió con un autogol de Erik Morán tras un córner sacado por Fran Villalba. A partir de ahí, los de Pepe Mel rezaron todo lo que pudieron y la Ponferradina no hizo lo preciso por dar la puntilla a un rival directo para eludir el descenso que recobra vida. Suspenso rotundo a los bercianos por no sacar petróleo en una Rosaleda que es un chollo para los visitantes, y eso que los de David Gallego, que debutó hoy, vieron como se les anulaba un gol por mano de Agus Medina.
El partido fue de los que no hacen afición a este deporte. Ambiente triste y frío en La Rosaleda. No hubo recibimiento de bienvenida al autobús que transportaba al equipo blanquiazul, la animación ha vivido momentos mejores... Es como si la afición malagueña empezase a asumir la catástrofe que se avecina. Ya, ni el goleador de Segunda por excelencia ve puerta. A los 35’, Rubén Castro falló un penalti. Eso no le pasaba antes. De manera que el Málaga, ante la indolencia de su oponente, marcó de la única manera posible, autogol.
Lo de la Ponfe tampoco es una alegría. Su gol anulado fue el espejo de la búsqueda de recursos bercianos donde no los hay y de lo malo que es este Málaga. Errores propios de alevines, no ya de infantiles, de Juande y Burgos. El VAR, al rescate.
Los minutos tras el gol en propia puerta de Morán fueron desesperantes para el espectador neutral y Yáñez, en la última jugada, salvó el 1-1 de Yuri ahorrando el trabajo del VAR.
Mala racha Rubén Castro falla un penalti y acaba cambiado por Mel