Ghana se aferra a la vida
Corea del Sur, con pie y medio fuera pese a la exhibición de Cho ● Kudus aplaca el acoso y derribo asiático
Ghana sigue con respiración. Está en la pelea. Por sus pulmones mundialistas aún pasa el aire que lleva a las eliminatorias, se mantiene con vida a la espera de la jornada final del Grupo H. En sus filas, Iñaki Williams atesora también ese aliento de esperanza tras salvar el match ball ante Corea del Sur. No es que el delantero del Athletic estuviera en el drama de ayer muy participativo, solo se asomó al final con un contraataque marca de la casa que Kyereh no supo culminar. Pero ahí anda, tratando de seguir en la carrera qatarí hacia los octavos, mirando de reojo la trayectoria de España, bastante más sólida, y su hermano Nico.
Tras la polémica derrota ante Portugal, los Black Stars no tenían otra alternativa: ganar o hacer las maletas. Y con absoluta agonía, se impusieron en el partido de la estratosfera. Se jugó más por los aires que por el césped: tres goles de cabeza y el nueve Cho como emperador de los cielos. Cómo se disfruta este fútbol que parece del Paleolítico de acoso y derribo final lanzando un rosario de balones a la olla. Parece que lo ha desacreditado esta época del tiqui-taca, pero es una gozada. Los coreanos firmaron 54 envíos de ese calibre y el partido fue una bella locura, pura pasión.
Cada centro ponía el corazón en un puño a las dos aficiones, con una tropa de rojo encaramándose sobre la defensa africana y ésta achicando agua. Se añadió casi un cuarto de hora y como el árbitro impuso el final antes de un córner, el seleccionador de los asiáticos, Bento, se fue enfurecido a por él y le mostraron la roja.
Fue el colofón a un encuentro trepidante, puro frenesí. Un pulso entre la anarquía ghanesa, la de jugadores criados en carreteras sin asfaltar y campos polvorientos, y la disciplina militar coreana. Los asiáticos salieron en tromba en el primer cuarto de hora y aturdieron a los pupilos de Addo. Pero cogió las riendas Kudus y se pusieron con 0-2. Tuvo que aparecer Cho con la capa de Superman para surcar el espacio y empatar. Kudus restableció la ventaja africana y el cara o cruz final sonrió a los amigos de Williams.
Williams El león de nuevo participó poco, tan solo tuvo un contraataque