Qatar sin Qatar
Los qataríes disfrutan del Mundial pese al fracaso de su selección. Brasil, Francia, Argentina y España, sus ‘nuevos’ equipos
Cayó Qatar, la peor anfitriona de la historia, pero no cayó el Mundial. En Doha, en todas y cada una de las ocho sedes mundialistas, los aficionados locales se apuntan a los partidos de otras selecciones, esas a las que ahora alientan y con las que aún disfrutan: Argentina, Brasil, Francia… y también España.
No está su equipo nacional, pero no les importa. Lo esperaban. Aquella imagen del partido inaugural en el que casi todo el estadio abandonó la grada en masa no fue un rechazo al Mundial, en realidad, sino a su equipo. No tiene el nivel, no está, ni de lejos, cerca de las estrellas que ahora sí les llevan a acudir a verles in situ a los estadios.
Argentina y Brasil han sido, fundamentalmente, los ‘nuevos’ equipos de los qataríes desde que cayeron eliminados en la segunda jornada. La presencia de Messi y la aureola que rodea a la Canarinha son el mejor reclamo para ellos. “Messi, Messi”, gritan con sus thobes blancos perfectamente pulcros y varias banderas de la albiceleste con las que van ataviados.
Brasil también tiene un gran tirón. En los encuentros de los brasileños es en los que más ‘blanco’ se puede ver en la grada. Los palcos están vendidos para los encuentros de la gran favorita, y gran parte de ellos han sido reservados por la gente de Qatar. El concepto VIP y VVIP (una versión superior) encaja perfectamente con su forma de entender el entretenimiento y también con sus posibilidades económicas.
En Qatar el interés por el fútbol local aún es menor, pero sí hay más seguimiento de lo que ocurre en el resto de grandes ligas. La propiedad qatarí del PSG hace que se mire mucho a París y a su elenco de estrellas. Ayuda también a ello el canal beIN Sports, con sede en Doha también, y en el que se emiten todas las grandes ligas del mundo. Su oferta es amplísima durante la temporada: es posible ver los encuentros de la Premier, de la Liga, de la Serie A, de la Bundesliga, de la Ligue 1… Todos.
Ese reclamo habitual durante el año sirve para que ahora encuentren un estímulo para acudir a los partidos. No están Almoez Ali ni Akram Afif, pero sí Mbappé, Neymar o Messi. Un lujo para gente acostumbrada al lujo. Una posibilidad, quizá única, de poder disfrutar de los mejores jugadores del mundo tan cerca como jamás lo hubieran imaginado.
Conocimiento La propiedad en el PSG y el canal beIN les hacen seguir a los cracks de Europa