El milagro polaco: en octavos con solo cinco tiros a puerta
Nadie chuta menos ni para más
Un gol de diferencia con México (y a punto estuvo de ser el fair play) constituyó la delgada línea entre los octavos y el abismo de Polonia en este Mundial. Se puede catalogar de milagro la clasificación de la selección dirigida por Czesław Michniewicz.
Paupérrima ha sido hasta la fecha la producción de los polacos, tanto en ataque como defensivamente, donde un nombre destaca sobre el resto: Wojciech Szczesny. Sus dos penaltis detenidos, a Salem Al-Dawsari (Arabia Saudí) y Lionel Messi (Argentina), evitaron la eliminación. El de la Juventus se erigió como el cancerbero que más tiros atajó en toda la fase de grupos, 18, de los 20 que le lanzaron a puerta.
Pero lo realmente preocupante, y sobrenatural, del rendimiento de Polonia en el primer tramo del Mundial fue su bagaje ofensivo. Ni siquiera el hecho de contar con el mejor ariete de la Copa del Mundo (lesionado Karim Benzema) ha podido maquillar un juego directo ramplón. Se trata de la selección que menos ha rematado entre los tres palos, únicamente en cinco ocasiones, empatada con Canadá.
Tres llevan la firma de Robert Lewandowski, entre ellos un penalti que le detuvo Guillermo Ochoa y el gol que consiguió ante Arabia Saudí, el primero y único del atacante del Barcelona en una Copa del Mundo. La otra cara de la moneda, la de la efectividad total, la protagoniza un Piotr Zielinski que anotó el otro tanto de Polonia con su único tiro en Qatar.
El más difícil todavía, la prueba del algodón del milagro, le llegará a los de Michniewicz hoy ante una Francia que lleva seis dianas, que ha chutado en la friolera de 54 ocasiones, y que ha situado 17 entre los tres palos.
La estrella Lewandowski no se salva, después de anotar un gol y fallar un penalti