Venció el miedo en Copenhague
El Oporto empezó muy espeso y, cuando quiso espabilar con un buen Óliver al mando, André Silva estuvo torpe y luego se impuso el miedo a perder. Ambos llegan vivos a la jornada final: el Oporto depende de sí mismo.
El Oporto empezó muy espeso y, cuando quiso espabilar con un buen Óliver al mando, André Silva estuvo torpe y luego se impuso el miedo a perder. Ambos llegan vivos a la jornada final: el Oporto depende de sí mismo.