En casa todo es más fácil

El Real Zaragoza vuelve a La Romareda, y ahí todo le resulta más fácil. En casa ha ganado cinco de sus siete partidos, con sólo los pinchazos frente al Córdoba (1-1) y el Elche (1-3), ambos en la etapa de Milla, y es el segundo mejor equipo como local de la categoría, aunque empatado con el Huesca y el Girona, con 16 puntos acumulados. Sólo el líder Levante mejora mínimamente ese registro, lo que refuerza todavía más su ejecutoria en su estadio en una categoría tan igualada y donde casi ya no hay sorpresas. Ahora, tras su inmerecida derrota en el Coliséum de Getafe, el Zaragoza vuelve a jugar en La Romareda, un escenario, que en palabras de Agné, se le debe hacer enorme a todos los rivales, esperemos que también al Reus, pese a que es el mejor visitante de la Segunda División.

El Zaragoza está a un punto del playoff ya cuatro del ascenso directo, y, dada su escasa cosecha a domicilio, donde no vence desde hace siete meses, necesita ganar todo lo de casa para seguir en la pelea por el premio gordo. Resulta evidente que el equipo ha mejorado táctica y futbolísticamente y que ahora tiene las ideas bastante más claras, pero necesita elevar su rendimiento en las dos áreas, que es donde se ganan y se pierden al final los partidos. Veremos si Agné confirma hoy al camerunés Bagnack, tal y como hizo hace una semana antes de ir a Getafe, o si baraja otra solución y mantiene hasta el final la incógnita para el centro de la defensa. Y veremos también si Ángel y Lanzarote, los dos máximos artilleros, recuperan el olfato que han perdido en las últimas jornadas del campeonato.