El Athletic de Ziganda abre el telón de la temporada
Rivaldo animará a su hijo en la grada de Bucarest
Aquel 9 de mayo de 2012 no va a ser olvidado jamás. El Athletic salió encogido ante el Atlético y se perdió una nueva final, la segunda europea, con lo que el dolor se multiplicaba por diez. Desde entonces el National Arena figura en la memoria negra del club rojiblanco. Si se trata, un lustro más tarde, de restañar la herida, ¿qué mejor que con uno de los anfitriones del estadio (el otro es su archirrival Steaua) y en la tercera previa que conduce al objetivo ineludible de la fase de grupos? El Dinamo de Bucarest se viste de cordero, pero ejercerán de perros rojos, apodo con el que se les conoce.
Ziganda ha tenido algo más de tres semanas para ensamblar sus piezas y transmitir a los jugadores sus matices dentro de un estilo de juego que, en líneas generales, no variará del implantado estos años por Valverde.
Cosmin Contra, al frente del Dinamo, elige un 4-2-3-1, con juego más por dentro que por las alas. “Soy muy realista, ellos son favoritos”, asume. El mediapunta uruguayo Juan Albín, que militó en el Getafe y Espanyol, sigue sin debutar desde su llegada a principios de mes, por sobrepeso. Está cedido por el Veracruz mexicano. Rivaldo ha anunciado su presencia en la grada, para animar a su hijo, Rivaldinho, mediapunta del Dinamo. El Athletic no ha perdido nunca una previa europea: lleva dos billetes en Champions y siete en Europa League. Es su tercera comparecencia en Rumanía.