El Zaragoza completa un ejercicio de eficacia plena
Tarde de sufrimiento: el Rayo puso el fútbol y las ocasiones
En un ejercicio de eficacia mayúscula, el Real Zaragoza se impuso al Rayo Vallecano y logró su segunda victoria de la temporada en La Romareda. El Rayo puso el fútbol, el dominio y las ocasiones, pero el que ganó fue el equipo aragonés, que escapa del peligro después de cuatro partidos sin conocer el triunfo. Borja Iglesias fue clave principal, con dos asistencias, en un resultado que llevó la firma de Grippo, Febas y Pombo.
El Zaragoza salió con ganas de reivindicarse, tras el bochorno de Huesca, y le metió al partido una velocidad muy alta para mostrar a las claras sus intenciones. Pero fue el Rayo el que amenazó antes, y por partida doble. En dos acciones consecutivas, separadas por menos de un minuto, primero Unai López y después De Tomás disfrutaron de dos ocasiones clamorosas ante Cristian Álvarez, dos oportunidades que provocaron los primeros silbidos en La Romareda y encogieron un tanto el ánimo del equipo aragonés.
El Rayo vino a discutirle el balón al Zaragoza y dominó la situación de cabo a rabo durante los primeros veinte minutos. Llegó más de media docena de veces al área de Cristian Álvarez con mucho peligro y no se vio comprometido en ningún momento, salvo en alguna incursión de Delmás por la banda derecha. Pero el fútbol es eficacia, acierto, y el Zaragoza aprovechó su primera oportunidad para hacer diana. A los 26 minutos, el central Grippo, una de las cinco novedades en la alineación de Natxo González, cabeceó impecable un córner sacado en corto para Eguaras y cambió el curso del partido.
El gol le vino al Zaragoza como llovido del cielo, y pudo aumentar su ventaja a la media hora en una acción trompicada de Borja Iglesias, mientras el Rayo siguió a lo suyo: llegando y perdonando. Todo lo contrario que el equipo aragonés, que, al filo del descanso, logró su segundo gol en una acción de tiralíneas que culminó Febas con un disparo ajustado al palo derecho de Alberto.
El Rayo Vallecano mantuvo su dominio en el comienzo de la segunda parte, pero con la efectividad que no tuvo en la primera. Y así, a los 53 minutos, De Tomás acortó distancias con un cabezazo en un centro pasado de Embarba. De Tomás remató absolutamente solo en el segundo palo, en una clarísima desatención defensiva del Zaragoza. Desde ese instante, el equipo aragonés pasó por momentos de máxima dificultad, encerrado en su área y sin poder dar respuesta al fútbol y al físico de su rival. Natxo González buscó frescura en el medio con la entrada de Pombo por Eguaras, pero el Zaragoza apenas ganó diez minutos de respiro, porque el Rayo igualó el duelo en el 73’ con un disparo raso del argentino Trejo que se envenenó en un defensa.
El partido se encaminaba hacia la derrota del Zaragoza, con el Rayo lanzado hacia su tercer gol, pero, cosas de la eficiencia, el que volvió a marcar fue el equipo aragonés. Borja Iglesias, en labor anoche de asistente, le sirvió en bandeja a Pombo, iniciador de la jugada, el 3-2. Y ahí ya el Zaragoza se vino arriba y al Rayo le entraron la desesperación y las prisas, porque se le escapaba un encuentro en el que fue superior y mereció mejor suerte. Pudo empatar en un claro penalti no pitado por atropello de Grippo a Manucho, pero el árbitro no lo vio.