El deporte abraza a las dos Coreas en Pyeongchang
Thomas Bach: “El desfile envía un mensaje poderoso de paz”
El mundo se detuvo un momento, otra vez, por la fuerza del deporte. La que unió a las dos Coreas, países hermanos separados desde 1948, para desfilar juntas en Pyeongchang, en la ceremonia de inauguración de los XXIII Juegos de Invierno. No es una solución, pero sí un primer paso hacia el deshielo. El público en pie. La emoción al límite. Un deportista del Sur y otro del Norte ondeando una bandera común, blanca y con el contorno de la península de Corea. Sin fronteras. Calor a dos grados bajo cero.
“El gran poder del deporte lo representa el desfile conjunto. Unidos en nuestra diversidad somos mucho más fuertes. Hace dos años, con el primer equipo de refugiados en Río, mandamos un mensaje de esperanza al mundo. Con esta marcha conjunta, los coreanos mandan otro mensaje poderoso de paz”, solemnizó Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, en un discurso que ofreció con la delegación unida sentada a su espalda.
La canción tradicional Arirang, que ya en otros eventos sustituyó a los himnos, había dado paso a la marcha en la última posición de los dos países. En el palco y entre las 35.000 personas, el presidente de los anfitriones, Moon Jaein, y la hermana de Kim Jong-un, líder supremo del Norte, Kim Yo-jong. Acababan de darse un apretón de manos que captó un fotógrafo del COI (mejor no dejar nada al azar). Y también el vicepresidente de Donald Trump, Mike Pence, aunque evitó cruzarse con la mandataria norcoreana. Los dos países no desfilaban en una misma delegación desde hace doce años, en Turín 2006. Antes, ya lo habían hecho en los Juegos de Verano de Sydney 2000 y Atenas 2004. Hoy, se mantendrán conversaciones políticas de alto nivel.
En una demostración de poderío tecnológico (hasta 1.200 drones volaron en un momento de la ceremonia formando figuras con luces), los surcoreanos lanzaron un anuncio de concordia que culminó con el encendido del pebetero por la patinadora Kim Yu-na (oro en Sochi).
Corea del Norte ha desplazado a 22 deportistas, y 12 de ellos son jugadoras de hockey del equipo unificado. No todo han sido parabienes. También se han producido protestas en Corea del Sur contra el acuerdo. Pero el mensaje de Pyeongchang es poderoso. Y llega desde el deporte.
Bandera La portaron juntos dos deportistas del Sur y el Norte
Contacto La hermana de Kim Jong-un dio la mano al presidente