Pinot conquista su primer monumento con una exhibición
Valverde, 11º, selló el World Tour
Thibaut Pinot ha firmado un final de 2018 apoteósico. Después de terminar sexto y de completar la colección de etapas en las tres grandes en la Vuelta (Lagos y La Rabassa), se vació en favor de Romain Bardet (plata) en el Mundial y lleva una semana de éxitos en las clásicas italianas de otoño. Arrancó con un quinto puesto en Emilia el pasado sábado. Quedó 54º en el Beghelli el domingo. El martes fue segundo en los Tres Valles Varesinos y el miércoles ganó la Milán-Turín, su primera prueba de un día de prestigio… hasta Lombardía. En Como se estrenó como vencedor de un monumento tras reventar a Vincenzo Nibali en la penúltima cota, Civiglio. Un triunfo inapelable para un corredor valiente y entregado. El siciliano concluyó segundo y Dylan Teuns, tercero.
La carrera se seleccionó en el Muro di Sormano. El Lotto Jumbo endureció el ritmo durante la aproximación, y Primoz Roglic atacó con dureza en las primeras rampas. El Bahrain mantuvo a raya al esloveno… hasta que Nibali se marchó en su búsqueda. Y sólo Pinot resistió su envite. Los tres abrieron hueco en el descenso. Ante la falta de entendimiento en el pelotón perseguidor, Egan Bernal aceleró y se unió al trío de cabeza a 30 km de la llegada. Un cuarteto que se rompió en Civiglio, como el grupito de los favoritos. A Alejandro Valverde, sin ningún compañero en Sormano, se le escaparon los movimientos decisivos. Luego se descolgó y entró 11º. El murciano cerrará 2018 como número uno del World Tour, con 14 victorias y el ansiado arcoíris en su poder. Ion Izagirre acabó sexto.