La UEFA sanciona a Lovre por sus burlas a Ramos
Tras el Croacia-España, el central del Liverpool se mofó de que le había dado un co
EI Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA anunció ayer que el central croata Dejan Lovren será sancionado con un partido de suspensión con su selección por burlarse de Sergio Ramos y de la Selección española tras el Croacia-España (3-2) del pasado 15 de noviembre.
Al terminar el encuentro, el jugador del Liverpool subió a sus redes sociales un vídeo en el que se mofaba de haber agredido voluntariamente al capitán del Madrid y de la Selección. “Le di un buen codazo. ¡Ja, ja! 3-2. Ahora sal y habla, colega. Son una panda de cobardes”, decía Lovren en la grabación. El pique entre ambos jugadores viene desde la pasada final de Champions entre el Madrid y el Liverpool, en la que Ramos lesionó a Salah y tuvo un choque con Karius que, a posteriori, acusó el golpe como uno de los motivos que propiciaron sus fallos en la final. “Ramos falla más que yo, pero está en el Madrid, Varane es mejor”, dijo Lovren a los pocos días de haber jugado la final. El madridista le contestó en rueda de prensa: “Que cada uno se gane las cosas en el campo. No voy a contestar a Lovren o al que se quiera ganar tres portadas o abrir el telediario”.
En definitiva, la sanción impedirá a Lovren disputar el encuentro Croacia-Azerbaiyán del próximo 21 de marzo por “su conducta insultante que viola las reglas básicas de una conducta decente”. ■ El castigo que la UEFA ha impuesto a Lovren no es el primero que se aplica a un jugador por haberse mofado de golpear a un contrario adrede. En abril de 1988, tras un partido de vuelta de cuartos de final de la Copa de Europa entre el PSV y el Girondins, Ronald Koeman, que entonces jugaba en el equipo holandés, dijo en la zona mixta que el mejor jugador de su equipo había sido Gilhaus porque “fue quien causó la lesión de Tigana”, estrella del equipo francés. Koeman no pudo disputar el partido de ida de semifinales ante el Madrid en el Bernabéu (1-1), pero sí jugó la vuelta en el Phillip Stadium (0-0) y la final ante el Benfica, en la que los holandeses se impusieron en los penaltis (6-5).
Un castigo más habitual por hablar es el que impone la UEFA a los jugadores y entrenadores que critican las actuaciones arbitrales o hacen burlas en el césped a otro jugador o a lasa aficiones rivales. Todos ellos son juzgados por el Comité de Control, Ética y Disciplina como “conducta insultante que viola las reglas básicas de una consulta decente”