Borja Bastón anestesia el tanto de chilena de Stuani
Girona y Alavés cosechan un empate en un duelo vistoso
Si pagaron la entrada para acudir a Montilivi a ver el Girona-Alavés no se arrepintieron. Fue imposible aburrirse en un duelo repleto de pasión, goles (de Stuani y Bastón) y con gusto por el fútbol de ataque. Los dos equipos obtuvieron premio, un punto, que satisface más al Alavés porque suma 32 y es su mejor primera vuelta de la historia. El Girona prolonga a seis las jornadas sin ganar.
Algo pasaba con Stuani, que estuvo en todas en el inicio, y apareció dispuesto a quitarse la espina de las últimas cuatro jornadas sin marcar. En diez minutos se mostró más y mejor y, en el 12’, se inventó un tanto para enmarcar. Destiló confianza y, además, le salió. Le llegó un centro de Pedro Porro, controló el balón con la pierna derecha y probó una chilena con la zurda que superó a Pacheco. Levantó a la afición gerundense de sus asientos con su tanto número 12 en Liga y puso por delante a un Girona que no levantó el pie de acelerador. Abelardo avisó de su verticalidad y Pedro Porro, que compite cada acción como si fuera la última, y Granell estaban pletóricos en los carriles. El duelo fue trepidante, con alternancias e intensidad y, en el 35’, el Alavés, que mejoró tras el 1-0, pudo empatar. Pero este Girona, que no ha perdido ningún primer tiempo en lo que se lleva de curso, era un muro. Entre Bono y Alcalá subsanaron el fallo de Juanpe y evitaron el tanto de Borja Bastón. Apenas había tiempo para recrearse porque en la siguiente acción, Pacheco tiró de reflejos ante un gran disparo de Pedro Porro.
Tras el descanso, el físico fue clave y el Alavés logró algo vital para sus intereses porque, en el 50’, empató Borja Bastón. Luchó por marcar, aprovechó la indecisión de Bernardo y Alcalá y fusiló a Bono. Tras ello, ambos conjuntos volvieron a remar y, en el 76’, Portu pidió un penalti de Maripán, pero el colegiado ni el VAR consideraron señalarlo. El Girona acabó mejor, pero el empate ya estaba escrito. Fue justo.
32 puntos Es la mejor primera vuelta de la historia de los babazorros