“Para crecer el interés es necesario un piloto español”
—Corrí muchos años en kárting hasta que se vio que no tenía camino por recorrer y entonces sí que tuve claro que quería estar vinculado al deporte de motor. Estudié marketing y comunicación, y pronto me puse a trabajar. Primero en una agencia de representación de deportistas, luego en RPM donde estuve doce años con World Series by Renault (al principio Nissan), y después con el proyecto de Jaime Alguersuari desde el kárting hasta la F1. Estuve tres años en la empresa de cronometraje Al Kamel Systems, la de la FE, y recibí la llamada de un antiguo jefe de Renault Sport que me ofreció la opción, estando ya en FIA, de ocuparme del WTCC, y de ahí llegué aquí.
—¿Cuál es exactamente su cometido en la Fórmula E?
—Soy el responsable del proyecto de la Fórmula E dentro de la FIA. Gestiono la actividad deportiva y también estoy en coordinación con el departamento técnico. Y luego sobre el terreno en las carreras soy el encargado del grupo de la FIA, normalmente 22 personas, y estoy en ‘Race Control’ gestionando la aplicación de los reglamentos.
—Todo nació con una idea de Agag y Todt. Fue una apuesta arriesgada, pero ahora es un éxito.
—Al principio hubo voces discordantes. La idea era muy revolucionaria y el camino difícil, pero el concepto ha sido un gancho para las marcas y la prueba es que cada vez hay más fabricantes. El proyecto se ha convertido en una realidad sostenible. La tecnología avanza y la FE también. Jean Todt creyó desde el primer momento y esa fe personal la ha trasladado a toda la FIA. Se ha convertido en un producto estratégico a todos los niveles. Se tiene a la FE como el niño bonito de la casa ahora mismo. Todas las nuevas ideas tienen cabida a nivel de marketing, visibilidad, deportivo, innovación... Lo único que hay que hacer es tenerlo, plantearlo y compartirlo con el promotor. Y normalmente las cosas salen porque el entendimiento entre Agag y el presidente Todt es total. —¿La dualidad Fórmula E-F1 crea problemas para la FIA?
—La FIA es objetiva, no hay conflicto entre F1 y FE. Son dos productos diferentes, conceptos distintos ya que uno es la tradición y el otro la innovación. No se pisan ni se excluyen entre ellos.
—¿Son una complicación añadida los circuitos urbanos?
—Evidentemente no es lo mismo que un circuito permanente. Ir a una ciudad significa, por ejemplo, que en
Hong Kong dos días antes de la carrera el trazado es una calle abierta con tráfico. Eso provoca un dolor de cabeza permanente al promotor porque hay problemas. Nosotros aplicamos el reglamento en cualquier caso aunque sí que tenemos que tener especial cuidado en una serie de factores como el asfalto. —Por último, ¿qué le falta a la FE para triunfar en España? —Lo primero y necesario es que haya un piloto español en la categoría. Es un factor básico porque aunque en España hay mucha gente que sigue la FE es el público nativo del motorsport de siempre, los ‘locos de las carreras’. Como se vio en F1 en su momento el factor determinante es un piloto español que gana carreras, eso hace que el crecimiento sea espectacular. Evidentemente tener una carrera también ayudaría y sería genial, pero eso ya depende del promotor.
Dualidad “No hay conflicto en la FIA entre la FE y la F1, no se pisan”
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