CLASIFICACIÓN
El asturiano fue cuarto de los seis pilotos que estaban en la repesca, jugándose las tres últimas plazas, y no se clasifica para disputar las 500 Millas. La pole fue para Pagenaud
Un tiro en la oscuridad, con los ojos cerrados y con la diana medida en milímetros. A ese desafío imposible se enfrentaba Fernando Alonso en uno de los retos más imprevisibles e importantes de su carrera deportiva. Un solo intento, ayer en la clasificación, y la posibilidad de que el piloto más importante de cuantos estaban en la lista de inscritos de las 500 Millas de Indianápolis de 2019 se quedara fuera de la carrera. Repesca.
Montó el amortiguador ultrafuerte de Andretti, pero el asturiano apenas lo había probado en un par de vueltas de los libres que cerraron por la lluvia. Tenían que intentar algo en McLaren y se la jugaron a los
dados. Seis pilotos se jugaban las tres plazas de la última fila de la parrilla. Primero Hinchcliffe, uno de los grandes rivales, hace una media de 227,543 millas por hora, quizá el piloto que más opciones tenía. El segundo en Max Chilton, con un Carlin que se queda en 226,192 mph. Llega el momento de Alonso, en la primera vuelta llega a los 227,777 mph, un gran tiempo y con menos problemas que en días anteriores, pero baja en la segunda 227,278, y más aún en la tercera, 227,137, al final mejora ligeramente en su última vuelta para llegar a los 227,221. Segundo. Cerca del primero, pero no logra una ventaja que hubiera sido decisiva. Le toca a Karam, que vuela en la primera vuelta, en la segunda, en la tercera... En la cuarta baja un poco, pero es el mejor. Chilton ya está fuera y Alonso, en riesgo total, sobre el filo de la navaja más afilada. Después, el mexicano O’Ward, no lo consigue. Último piloto, Kaiser. Más rápido que los demás en la primera. Tras la segunda se pone por delante de Alonso, también en la tercera y… 227,375 mph. Le superó. Alonso no correrá las 500 Millas. A pensar en otra cosa. La pole, por cierto, la hizo Pagenaud.
Karam, Hinchcliffe y Kaiser superaron al asturiano en la ronda final