La fiesta más especial es en el pueblo de Naismith
En Almonte se vibra con la final
Desde que los Raptors se clasificaron para la final de la NBA, por toda Canadá han surgido lugares públicos donde ver los partidos. Para el quinto son 56 las pantallas gigantes que habrá a lo largo y ancho del país. Pero ninguna de ellas será tan importante como la de Almonte, en Ontario: allí nació James Naismith, el inventor del baloncesto, y en la plaza del ayuntamiento se juntan 500 personas en un pueblo de 5.000 habitantes para ver las andanzas del único equipo canadiense en la NBA.
“Todo el mundo está muy orgulloso y emocionado. Es genial lo que está pasando y cómo no está uniendo está fiebre por el baloncesto”, explicaba Tiffany McLaren, la principal organizadora del evento. Este deporte fue ideado por Naismith en 1891, cuando era profesor en un instituto de Massachusetts, con la intención de que los alumnos practicaran algún
deporte de equipo en invierno, cuando las temperaturas y las nevadas hacían imposible salir a la calle.
El nombre de Naismith pasó a la historia y ahora lo llevan tanto el Basketball Hall of Fame de Estados Unidos como el trofeo de campeón del Mundo de la FIBA. A un nivel mucho más humilde, pero con un punto de recuerdo y agradecimiento a su figura, esas 500 personas verán uno de los duelos más importantes de este deporte a escasos metros de la estatua del hombre que le dio vida. El destino, a veces, también deja jugadas para el recuerdo.