Froome podría ganar su séptima gran vuelta en el hospital
Se recupera de su grave caída
■ Juanjo Cobo (38 años) tuvo en Josean Fernández ‘Matxín’ su padre deportivo. El director vasco le fichó en 2000 para su equipo aficionado y en 2004 le pasó, como profesional, al Saunier Duval. Iba en ascenso, pero a lo largo de su carrera coqueteó varias veces con la retirada. En 2008, ganó por primera vez en una grande, el Tour (tras el positivo de Piepoli) y un año más tarde venció en la Vuelta. Ese triunfo le abrió las puertas del
Caisse d’Epargne, dónde no se adaptó y regresó bajo el paraguas de Matxín. En esa temporada (2011), Cobo fue a la Vuelta para trabajar en el Geox para Carlos Sastre y Dennis Menchov, pero supo aguantar con los mejores y en la 15ª etapa logró el triunfo y encarriló la general.
Estaba en su mejor momento y volvió al Movistar. Firmó dos años, pero no carburó. Desde su única grande no ganó más. Tras un fugaz paso por el Torku Sekepor (dos carreras), en 2014, se retiró. Su adiós supuso su desaparición de la vida pública. Reside en
Cabezón de la Sal (donde creció, aunque nació en Torrelavega), da clases de surf y colabora con alguna empresa local.
Cuando la Unión Ciclista Internacional anunció la descalificación de Juanjo Cobo, el que pasaría a ser el ganador de la Vuelta 2011, Chris Froome, se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Saint-Etienne, en el que ingresó el miércoles tras una grave caída en el reconocimiento de la crono del Dauphiné.
El británico, de 34 años, pasó ayer por el quirófano para ser intervenido de sus fracturas en fémur y codo derechos (además se rompió varias costillas). “La operación duró seis horas y salió muy bien. Chris se despertó y fue examinado por los consultores de cuidados intensivos. Permanecerá en el hospital durante los próximos días en observación”, confirmó el equipo del británico, Ineos. También se asegura que el corredor está participando activamente en valorar las opciones de su rehabilitación, y que quería agradecer los mensajes de ánimos recibidos, entre los que podría haber alguna que otra felicitación por
esa Vuelta de 2011, que sería su séptima grande, y que le convertirían en el primer británico ganador de una carrera de tres semanas, algo que, según fuentes cercanas, le haría ilusión.
Además, se desveló que Froome, en el momento del accidente, iba a 60 km/h y quitó una mano del manillar para limpiarse la nariz. Caída que le impedirá aspirar a su quinto Tour... aunque en este tiempo sí puede ganar una Vuelta.