“Lo del ‘Vuelo 19’ está en mi cabeza desde crío”
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Locutor, aventurero... y ahora escritor.
—-¡Sí! (ríe) Vuelo 19 es mi primera novela. Fruto de la más absoluta casualidad.
—-¿Por qué?
—-Porque yo lo que estaba haciendo era un podcast para la SER de cuatro capítulos, pero por el camino se cruzó Gonzalo Albert, se volvió loco con la historia y...
—-Y un libro.
—-Me da mucho vértigo.
—-¿Cómo se convirtió su podcast en un libro?
—-Iba yo con mi guion de 20 páginas a la radio y un compañero le habló de él a Gonzalo. ¡Un día de pronto me vi sentado en Penguin Random House!
—-Cuénteme la historia de ‘Vuelo 19’. Está basada en hechos reales.
—-Es muy chula. Sucedió el 5 de diciembre de 1945. Cinco aviones desaparecen al término de la II Guerra Mundial. Sin dejar rastro. Y también el operativo de rescate. Unos días después, el hermano de uno de los desaparecidos recibe un telegrama: “Te han informado mal sobre mí, estoy muy vivo”.
—-¿Y cómo le llegó a usted esta historia?
—-Cuando era un chavalito. Leí un libro, El Triángulo de las Bermudas, de Charles Berlitz, y se me quedó. Un par de años después se estrenó Encuentros de la Tercera Fase de Spielberg que comenzaba con el ‘Vuelo 19’ y dije: “Anda”. Luego viví unos años en Florida y empecé a rascar, a mirar... Todos los 5 de diciembre allí hacen un homenaje por los desaparecidos. Sigue siendo una historia muy presente.
—-¿Ha investigado mucho?
—-Tres años y medio. Me puse muy a fondo, para el podcast. Me tenía muy mosqueado.
—-Ese telegrama...
—-Sí, era de George R. Paonessa y lo firmaba con el nombre con el que su madre le llamaba de pequeño. Mi gran pregunta es: ¿Por qué no se tiró de ese hilo? Su tumba en el cementerio de Arlington está vacía... Y no se sabe quién la pagó. Cinco años después, una exnovia dijo haber estado dos veces con él en California. Y no doy más
spoilers...
—-Es número uno de ventas en Amazon...
—-¡En mes y medio voy por la tercera edición! Le está gustando mucho a la gente. En mi cabeza estaba escribir una novela de acción, trepidante.
—-¿Y cuándo escribía? ¿De Dónde sacaba tiempo?
—-En las noches, al terminar El Larguero. ¡No me han echado de casa de milagro!
—-¿De qué siente más orgullo?
—-Lo más gratificante ha sido la parte de investigación. Ser capaz de trasladarlo al papel. Ser constante, día a día para seguir escribiendo. Ha sido un trabajo de precisión.
—-¿Algo le ha sorprendido?
—-Me costó mucho comprender cómo fueron los meses después de la II Guerra Mundial para esos soldados. Ahí, sin nada que hacer, muertos de asco, sólo deseando regresar a sus casas y empezar de cero. Una parte más oscura que no se cuenta en los libros, las películas.