Becerro-Castañón: triunfo ‘cocinado’ a fuego lento
El K2 astur-leonés se impuso tras una gran remontada
El chef Nacho Manzano, natural de la comarca del río más piragüista del mundo y dos estrellas Michelín en la cocina, puso los mejores ingredientes sobre el puente de Arriondas con un pregón intenso, cargado de emoción y sentimiento. Poco más de una hora después (1:07:47 fue el tiempo de los ganadores), bajo el puente de Ribadesella, fueron el leonés José Julián Becerro y el asturiano Miguel Fernández Castañón quienes alcanzaron la gloria después de cocinar a fuego lento su victoria en el 83º Descenso del Sella.
Becerro y Castañón no alcanzaron la primera posición hasta que la competición entró en la ría de Ribadesella. Lo consiguieron tras una gran remontada porque sufrieron una mala salida, con caída incluida. “Se nos puso en contra
todo desde el comienzo pero supimos sufrir y aprovechar nuestra oportunidad”, dijo el avilesino Castañón, que elogió el esfuerzo de su compañero. “Se multiplicó por siete”, indicó. Tenía que ser así porque llegó a la meta “con los brazos magullados por la caída”, apuntó Becerro.
Hasta la ría, con menos agua que nunca producto de la marea baja, pareció que el cántabro Julio Martínez podía alcanzar su duodécimo triunfo en el Sella. Iba camino de ello esta vez en compañía del parragués Emilio Llamedo; sin embargo, la pareja astur-cántabra, siempre con Busto y Geringer a su lado, perdió incluso el podio en la zona donde todos los especialistas coincidieron que iba a resultar clave precisamente por la escasez de agua.
Más tarde llegó la denuncia del percance que les obligó a detenerse hasta tres veces para achicar agua. “Nos Martínez y Llamedo presentaron una reclamación contra los ganadores por entender que rompieron su piragua por una maniobra irregular de Becerro y Castañón. “Nos la vas a pagar, se ha roto por vuestra p... culpa”, dijo el cántabro. han cerrado contra las piedras y eso ha producido una raja de dos metros en la piragua”, matizó Martínez.
José Julián Becerro y Miguel Castañón (Fluvial de Lugo) disfrutaron de un auténtico paseo triunfal en solitario por la ría, viendo de lejos a sus perseguidores por las plazas del podio: por este orden, los franceses Urban y Candy, y la pareja Busto-Geringer.
Becerro y Castañón dejaban atrás los problemas que padecieron para participar. “Hace unos días no teníamos ni piragua para bajar el río”, reveló el palista de La Bañeza, que rompió incluso su maldición en una prueba que solo había ganado en K1. No así Castañón, que venció hace 10 años, precisamente con Julio Martínez, que ayer le increpaba.
“ÉSTA NOS LA VAS A PAGAR”