España, ‘in crescendo’ ante Puerto Rico
Scariolo intenta que el equipo mejore la comunicación y los detalles
Aestas alturas, y aunque para los protagonistas no sea políticamente correcto decirlo, la mirada de España, más que en Guangzhou, está puesta en Foshan y Wuhan. En Foshan, porque Serbia aplastó 105-59 a Angola; e Italia, 10862 a Filipinas. En Wuhan, porque es allí donde la Selección se medirá a los de Djordjevic y a los de Sacchetti en la decisiva segunda fase del torneo y adonde se dirigen todos los pasos de la preparación y los meticulosos estudios del equipo técnico de Scariolo. Pero todo tiene su momento y hoy para el almuerzo toca Puerto Rico,
selección número 16 del ránking que se ha ganado un respeto después de ser el tercer equipo en la historia del Mundial capaz de ganar un partido tras remontar 18 puntos. Antes lo habían hecho Cuba contra Brasil (1974), y Nueva Zelanda frente a Japón (2006). La hazaña ante Irán la firmó David Huertas. Sus 32 puntos fueron la cuarta máxima anotación de un boricua en un Mundial.
Puerto Rico anda buscando otra nueva gran generación. Hay nostalgia de aquella que capitanearon Arroyo, Ayuso y Santiago y que fue capaz de ganar a España en el Mundial 2002 (73-65). Incluso antes en el tiempo, los Piculín, Rivas, Edgar León y Mincy. Por no tener, los caribeños no han podido ni recuperar a Barea. El seleccionador, Edie Casiano, se ha tenido que apañar con un equipo entusiasta que, durante tres cuartos en el debut, ni siquiera pareció eso. Pero alguna chispa se encendió en Puerto Rico, que demostró tener inspiración y a la que acompaña un buen puñado de fieles que explotaron cuando Mojica hizo la canasta ganadora. Sin mucha altura en sus pívots y algo caótica en su juego no parece, sin embargo, una amenaza real.
Scariolo avanzó nada más terminar el partido contra Túnez que hay que mejorar cosas. En especial, la comunicación (se le vio hablando con Marc y varias veces con Llull y Ribas) y la protección de la pintura “para poder ser agresivos en el perímetro”. De eso se trata en el partido de hoy, de ir in crescendo en los detalles. Con Ricky dispuesto a poner a toda máquina al equipo cuando sea necesario, hay detalles que gustaron a Scariolo más allá de la aparición de Llull y Juancho, de la fiabilidad de Claver y del control de Marc. Que Colom fuese una pieza útil en la carga de triples que enmendó el inicio contra Túnez desvela que todo el mundo tiene que jugar su rol en este Mundial para alcanzar cotas interesantes. Y en eso está España: in crescendo.
El rival David Huertas lideró una remontada histórica ante Irán