Amenazas de los ultras a los jugadores del Nápoles
Los ‘azzuros’ se entrenaron en San Paolo con público
EI Nápoles sigue viviendo horas de tensión tras el histórico motín de sus jugadores, que el pasado martes rechazaron la concentración impuesta por el club. Ayer el equipo de Ancelotti se entrenó a puertas abiertas en el San Paolo, algo que no ocurría desde 2015, cuando Benítez levantó la Supercopa que conquistó ante la Juventus en Doha. En este caso el ambiente fue muy distinto: era probablemente el peor día para una sesión de trabajo ante los hinchas, pero el club la había anunciado hace varios días y quiso mantenerla.
En los alrededores del San Paolo aparecieron cerca de 500 ultras, que mostraron una pancarta que ponía “respeto”, entonaron cánticos en contra de De Laurentiis “aquí sólo ganas tú” y, sobre todo, de los jugadores, a los que definieron como “mercenarios” y amenazaron gritando “nos veremos en las discotecas”, “se acabaron las fiestas”, “si no ganáis, os destrozamos”.
Al entrenamiento sólo podían acceder los 10.000 abonados (la entidad dejó fuera también a la prensa), aunque acudieron poco más de 300 hinchas. La mayoría entró para insultar a los jugadores y el capitán Insigne fue el que se llevó más ofensas.
Mientras, De Laurentiis está estudiando con sus abogados cómo castigar a sus futbolistas (se habla de una sanción colectiva de al menos 500.000 euros) y, de momento, renovó la confianza hacia Ancelotti, aunque no le gustó que declarara públicamente su desacuerdo con la concentración.
El técnico vive días muy duros tanto en el campo (el equipo ya marcha a 11 puntos del primer puesto de la Juventus), como fuera. Ha perdido el control del grupo, cuyo malestar es debido a algunos roces con parte del cuerpo técnico y a varios problemas con la directiva, y ahora Carletto debe sacar sus mejores armas de pacificador para retomar las riendas de un equipo desorientado. Esta noche, salvo sorpresas, los azzurri sí se concentrarán con vistas al enfrentamiento de mañana ante el Genoa de Thiago Motta, que visitará un San Paolo calentísimo. Es la ocasión para intentar limar asperezas y prepararse, en busca de un triunfo que falta desde hace cuatro partidos. Sería más balsámico que nunca.