El Huesca despacha al Oviedo y duerme segundo
Mikel Rico (2) y Raba firman el sexto triunfo oscense en casa
El Huesca tuvo que sufrir para llevarse la victoria, pese a ponerse con dos goles de ventaja y a tener ocasiones para haber ampliado distancias. Sin embargo, el Oviedo se agarró con uñas y dientes al partido y estuvo vivo hasta que Mikel Rico sentenció el choque en los últimos minutos del partido. El vasco fue clave en el encuentro por su doblete y su trabajo en la medular.
El primero en avisar fue el equipo asturiano con un tiro desde la frontal de Borja que se fue lamiendo el palo de la portería de Álvaro Fernández. Los altoaragoneses respondieron con una jugada de estrategia que no atinó a rematar Raba entre los tres palos. Una ocasión que precedió al primer gol de la tarde. Pulido se inventó un pase magistral desde la zaga que superó todas las líneas del Oviedo y encontró a Raba, que, tras regatear a Champagne, marcó a placer.
El segundo gol llegó acto seguido, con una acción personal de Cristo, que regateó a tres jugadores y sólo el portero le impidió marcar su primer gol de la temporada, pero Mikel Rico remató a placer para hacer el 1-0. El tanto dio alas a los locales, que desplegaron su mejor juego y Juan Carlos llegó a fallar un mano a mano con Champagne.
El Oviedo reaccionó a los dos goles con una jugada de estrategia. Christian cabeceó al fondo de las redes, aprovechando un despiste de los altoaragoneses. El tanto le sentó muy bien a los ovetenses, que rozaron el empate con otro cabezazo de Christian antes del descanso que salvó Álvaro. Una gran intervención del riojano que permitió a su equipo llegar con ventaja en el marcador.
En la segunda mitad, el primero en avisar fue Okazaki con un remate de cabeza que se le fue alto. Sin embargo, los visitantes demostraron que estaban muy vivos y Míchel se vio obligado a mover el banquillo dando entrada a Ferreiro. Su entrada le dio más empaque a los locales y el propio jugador gallego tuvo la oportunidad de hacer el tercero con un tiro desde la frontal.
El gol de la sentencia se le resistió a los oscenses, que vieron, incluso, como le anulaban un tanto a Okazaki, tras ser revisado por el VAR. El 3-1 no llegó hasta el 87, cuando Mikel Rico redondeaba su tarde con un doblete que le hacía respirar con tranquilidad a un Huesca que duerme segundo.