La nueva Diamond abre heridas
Los afectados se oponen a los cambios de la IAAF
La Diamond League excluyó de sus pruebas puntuables para 2020 a los 200 metros, los 3.000 obstáculos, los 5.000, el triple salto y el lanzamiento de disco. Es decir: deja fuera de concurso (u obliga a disputar otras disciplinas) a Noah Lyles, Conseslus Kipruto, Fernando Carro, Sifan Hassan, Christian Taylor, Will Claye, Yulimar Rojas, Caterine Ibargüen, Ana Peleteiro o Daniel Stahl. Sólo dispondrán de diamante al final del curso los 100, 100/110 vallas, 400, 400 vallas, 800, 1.500, 3.000, la longitud, altura, pértiga, jabalina y el peso. Una decisión de la Federación Internacional (IAAF) que puso en pie de guerra a los atletas perjudicados.
El triplista Christian Taylor, doble oro olímpico, cuádruple campeón mundial y con siete Diamonds, creó como réplica un proyecto denominado Athletics Association: “Nos debemos unir para combatir por nuestros derechos. Es cierto que existe una comisión de atletas en la IAAF, pero necesitamos un organismo independiente que dé respuestas, con el que expongamos nuestras preocupaciones y actuemos con poder”. A su llamada se sumaron deportistas afectados, como Dina Asher Smith (200), y otros que se solidarizaron pese a no verse excluidos, como Orlando Ortega (110 vallas) y Wayde van Niekerk (400).
Las críticas llegaron desde todos los frentes. De multimedallistas como Carl Lewis y Jonathan Edwards (“La Diamond es un desastre”) a algunas de las estrellas actuales, como Noah Lyles (200), Will Claye (triple) o Emma Coburn (obstáculos): “La medida supone una terrible decepción, y no logramos comprender en qué beneficia a los protagonistas de esto”.
Carta. Los discóbolos, encabezados por Daniel Stahl, se convirtieron ayer en los últimos en mostrar su rechazo con una carta abierta dirigida al presidente de la IAAF, Sebastian Coe: “Así se destruye el legado histórico y cultural de nuestro deporte para favorecer una táctica de marketing cortoplacista. Pretenden transformar el atletismo en una diversión de 90 minutos como el fútbol”. Como única explicación, Coe se escudó en la búsqueda del espectáculo: “Aunque duela, entendemos la tristeza de los implicados. Pero queríamos reivindicar una liga global más rápida y emocionante”.