La Premier, en Londres y sin público
Los clubes ingleses valoran jugar así en junio y julio los 92 partidos que faltan
La Premier League sigue explorando fórmulas para poder completar la vigente temporada y cumplir con el contrato de televisión sin poner a los futbolistas ni a la afición en riesgo. La última opción en ponerse sobre la mesa ha sido, según ha desvelado en exclusiva el periódico The Independent, la de concentrar a los equipos en las zonas de Londres y las Midlands para jugar los 92 partidos restantes al más puro estilo Mundial, una idea que ya barajan también la Bundesliga y la NBA. Todos ellos, además, serían a puerta cerrada y durante unas fechas aún por concretar, aunque todo apunta a que sería, de elegirse este formato, durante junio y julio.
Será la gestión de la crisis del coronavirus la que marque, en cualquier caso, si se puede completar o no esta Premier, aunque desde el Gobierno británico ya están advirtiendo a su población de que seguramente no puedan volver a tener una vida normal hasta dentro de seis meses. La ciudad con mejores infraestructuras y capacidad sería, sin duda, la de la capital, pero también es la más golpeada por la COVID-19, por lo que es otro factor de riesgo a tener en cuenta a la hora de exponer al personal de los distintos clubes.
Aun así, el número de estadios con los que cuenta Londres permitiría que se jugase al menos un partido al día, lo que añade, además, un factor de atractivo que hace que los dueños de los clubes y de las televisiones empiecen a verlo como la posibilidad de orquestar un mega evento que todo el mundo querrá ver al estar confinado en sus casas. Esto, además, tendría más que el visto bueno por parte del Gobierno, deseoso de tener algo que mantenga a la población en sus casas y concentrada en algo que no sea la expansión y las consecuencias de la pandemia, aunque sea al menos durante un par de horas al día.
Uno de los problemas que se plantean es el de cómo reaccionarían los jugadores ante esta propuesta, ya que deberían confinarlos durante un gran periodo de tiempo alejados de sus familias para poder garantizar la seguridad sanitaria. Los futbolistas deberían hacerse pruebas, después de completar dos semanas de pretemporada para evitar las lesiones y recuperar el nivel competitivo y luego al menos un mes y medio de competición hasta completar la liga, lo que resultaría en un mínimo de dos meses sin ver a sus seres queridos y exponiéndose al contagio. Esto incluye, además, al personal de los clubes, de los estadios y a los cámaras que cubrirían los encuentros, por ejemplo, sin contar que se estarían destinando recursos médicos para asistir “eventos no esenciales”.