Marko propuso infectar a los pilotos de Red Bull
El asesor quería que superasen el coronavirus antes de volver a competir
Aunque suene histriónico, Helmut Marko quería contagiar con COVID-19 a los pilotos de Red Bull que compiten en la Fórmula 1. Su plan pasaba por organizar una especie de campamento o entorno controlado en el que superasen la enfermedad rápidamente, “son jóvenes y están fuertes”, y afrontasen la temporada 2020 inmunes y sin riesgo de contagio posterior. El asesor de Red Bull y hombre fuerte de Dietrich Mateschitz en el Gran Circo fue quien lo propuso, según explica a la televisión austriaca ORF: “La idea era organizar ese stage donde pudiéramos traerlo. Sería el momento ideal para que la infección llegara y todos son jóvenes fuertes con muy buena salud. Estarían preparados para cuando comenzase la temporada y para lo que se presume un campeonato realmente duro, una vez empiece”.
La firma energética cuenta con cuatro pilotos de F1, Verstappen y Albon en el primer equipo más Gasly y Kvyat en Alpha Tauri. La idea, Marko cree, era buena. Pero como es lógico, no irá más allá. “Digamos que no ha sido bien recibida”, transmite el dirigente austriaco. Mientras tanto, algunos de sus pupilos siguen mejorando su estado físico o incluso compitiendo en pruebas de simracing, como es el caso de Mad Max: “Creo que ahora compite en más carreras que durante una temporada”. A Marko le preocupa que en una campaña condensada, con hasta 18 carreras en cinco o seis meses, no habrá tiempo para superar cualquier dolencia física en forma de lesión o enfermedad, por leve que sea. En esa lista incluía el coronavirus, que en cierto modo puede tirar al traste la temporada de un piloto de contagiarse con el curso empezado. En cualquier caso, su idea de campamento coronavírico no se considera.
Polémico. Helmut Marko, de 76 años, es quien representa a la bebida energética en la Fórmula 1. El equipo tiene su base operativa en Milton Keynes (antiguo Jaguar) y funciona de forma independiente, pero el vínculo entre la escudería dirigida por Christian Horner y el señor Mateschitz es Marko, que además se encarga de alimentar el programa de jóvenes pilotos. Quienes han tratado con él recuerdan su dureza, sus “llamadas diarias a las siete de la mañana” y la enorme exigencia durante la competición, marca de la casa. Su última idea, no obstante, pasa de ser exigente a inverosímil.