La entidad estudia alargar los abonos hasta final de año
En juego, el 6% de sus ingresos
batallas
EI Racing está tirando de imaginación para intentar dar con una fórmula, del agrado de sus abonados, que permita mantener la vinculación de estos con el club durante el periodo que continúen cerradas las puertas de El Sardinero y ofrecerles la compensación correspondiente por los partidos que no podrán presenciar esta temporada cuando se sepa a ciencia cierta el momento de volver al estadio.
La idea trata de fidelizar al abonado, que no se desvincule del club durante el periodo en el que no podrá volver al estadio, previsiblemente no antes de 2021, que este pueda conservar su número de socio (eso que parece absurdo al que lo ve desde fuera pero que tiene un valor sentimental para los que sienten los colores) y, por supuesto, que el Racing no deba devolver los 420.000 euros, que es la cantidad que sale de prorratear los seis partidos que restan por jugarse en Santander, sobre 21, respecto a los 1,5 millones que se habían presupuestado y más o menos cumplido de ingresos por abonos.
Cuentas. El presupuesto 19-20 del Racing llegó a 9.111.000 euros de ingresos, 5,7 de ellos por la televisión; 1,5 de abonos; y 517.000 euros por venta de entradas. Teniendo en cuenta que restan por disputarse el 28% de los partidos como local, el club se está jugando 420.000 euros que, en el peor de los casos, debiera devolver a los abonados y, también, unos 120.000 euros que dejaría de ingresar respecto a los 400.000 presupuestados como venta de entradas en LaLiga.
Todo esto a medio año de tener que pagar los casi seis millones de euros del quinto y último año del concurso de acreedores.
Fidelidad Se busca que el socio mantenga su número, y decidir más tarde