La primera final blanca
Una derrota del Real Madrid ante el Valencia dejaría a los de Pablo Laso con un pie fuera de la Liga
Las cuentas están ahí. Tenemos que ganar los tres partidos que nos quedan para estar en semifinales”, dijo Pablo Laso después de que el Real Madrid cayera ante el San Pablo Burgos (87-83). El encuentro ante el Valencia Basket de esta tarde (18:30, #Vamos) es una auténtica final para los madridistas. Si ganan, se habrán reincorporado tras el tropiezo ante el equipo burgalés y tendrán opciones de acabar entre los dos primeros. Aunque dependiendo de por cuánto se impongan también podrían quedarse fuera (en el caso de que ganen por menos de cuatro y se dé un triple empate con Valencia y Burgos —los de Peñarroya perderían frente al anfitrión—, en el que el Madrid tenga el peor average de los tres). Si pierde, su futuro en Valencia se complica mucho.
Cuando empiece el partido, ya sabrán lo que ha hecho el Burgos frente al Gran Canaria. Si siguen con paso firme en la fase final de Valencia, las cuentas se complican aún más para los madridistas si caen frente a los taronjas. En ese caso, para clasificarse, necesitarían que el San Pablo batiera al anfitrión dos días después y salir beneficiados en un triple empate con el Valencia y el Gran Canaria. Los tres tendrían tres victorias y dos derrotas, por lo tanto, el Madrid no se podría permitir más fallos.
Si el Granca suma su segunda victoria de la fase final hoy, el Madrid tendría alguna oportunidad más para seguir con vida a partir del sábado. Podría clasificarse si gana sus últimos dos partidos y el Burgos no vence más en Valencia (siempre que el Granca caiga, en al menos un encuentro). Su otra puerta a semifinales sería un triple empate con Burgos o Valencia y Gran Canaria, en el que tuviera mejor average que sus rivales.
Empates. Tal como se ha puesto la clasificación del grupo B después de las dos primeras jornadas es más que probable que el Madrid tenga que salir beneficiado en algún tipo de empate final a victorias si quiere estar el domingo en una de las dos semifinales. Los criterios cambian totalmente si la igualdad es entre dos equipos o entre más.
En el caso de que sean dos los equipos empatados se tendrá en cuenta el resultado del partido en el que se enfrentaron. Si el empate implica a más equipos, la clasificación se establecerá según varios criterios: en primer lugar, el balance en los partidos jugados entre los implicados. En el caso de que persista el empate, la clasificación la determinará el average de los equipos en esos partidos entre implicados. Si continua el empate, el número de puntos anotados en los partidos entre los implicados. El mejor clasificado, por tanto, será el que más tantos haya anotado. De no resolverse aún el empate, se tendrán en cuenta el average general y si persiste, el número de tantos anotados y, por último, la suma de los cocientes.
Si alguno de estos criterios resuelve un empate parcialmente, se aplicará de nuevo el mismo procedimiento entre los equipos mejor posicionados. Por ejemplo, cuatro equipos (W, X, Y y Z) tienen el mismo balance de victorias (3-2) pero en los enfrentamientos entre los implicados, dos de ellos (W y X) tienen 2 victorias y 1 derrota y otros dos (Y y Z) solo un triunfo y 2 tropiezos. Quedaría primero el que hubiera ganado el partido entre W y X.