Simeone prepara una delantera Llorente-Morata
Cuando el partido ante el Mallorca finalizó, las dos primeras preguntas fueron a quemarropa para Simeone. Sobre João Félix. El portugués se había ido cabizbajo y enfadado, minuto 54. Además, dolorido. Ayer no se entrenó por unas molestias en el tobillo y, a falta de lo que digan las pruebas médicas, es probable que no pueda jugar contra el Celta. Nada le salió bien en el Metropolitano. “En base de potenciar las individualidades buscamos mejorar el colectivo. Si nos detenemos en las individualidades sería peligroso”, aducía el técnico para luego encomiar la entrada de Vitolo, “que trabajó para lo que necesitaba el equipo”. Si bien se sigue confiando en João, aún debe pulir ciertas cosas.
Todos los focos están sobre el portugués en los partidos del Atlético tras el parón postpandemia. Su rendimiento es intermitente, como en toda la temporada. “Yo siempre trato de transmitirles a los jóvenes que vienen que este es un equipo competitivo, que tiene que ganar. Y se trabaja para buscar lo mejor para ganar, no tenemos compromiso con nadie, sólo con que las cosas vayan encaminadas hacia donde entendemos que es mejor”, añadió el Cholo. Primero, el bloque; luego, los números individuales. Griezmann, en su primer año, a estas alturas ya era el futbolista superlativo que moldearon las manos del Cholo.
Nadie duda del talento de un futbolista que rara es la cita en la que no deja varios detalles de calidad, ya sea un control, un pase, un amago... Pero le falta la continuidad y, en general, ser más trascendente. Un año y tres días después de anunciarse
■ Simeone no podrá contar ante el Celta con Diego Costa, sancionado, y es duda João Félix, con molestias en el tobillo. El míster está rotando y esta vez, obligado por las ausencias, podría optar por la delantera Llorente-Morata. El Cholo ha ido probando combinaciones y, hasta ahora, nunca han coincidido los madrileños en el ataque de inicio. Los tres partidos de Morata como titular tras el parón (Valladolid, Alavés y Mallorca) han como el fichaje más caro de la historia del Atlético, 127 millones, João Félix sigue sin encontrar su sitio. En el sistema, con el Cholo, en su propio traje. Preso de la ansiedad, abúlico, sus partidos tienen cierto aire indolente, presión al trote, siempre como demasiado lejos. Ha sido cambiado en 21 de los 28 partidos en los que ha sido titular, como el del pasado viernes. En este tramo de LaLiga, además, todos los futbolistas de ataque están siendo sustituidos en cada partido, aunque el
‘7’ no se lo tomó bien.
Tres oportunidades tuvo el portugués de cambiar su rumbo en el partido contra el Mallorca, sido con João Félix. Antes fue titular junto a otros compañeros arriba (Costa, Correa y Vitolo), pero entonces Llorente no contaba como delantero. Sí han coincidido en ataque como revulsivos. Por ejemplo, en Anfield. Morata entró en la prórroga, ya con 2-1, y junto a Llorente, que lo había hecho en el 56’, prepararon el 2-2 y el 2-3, un gol y una asistencia por cabeza. Ya en este tramo saltaron al campo a la vez en Pamplona para jugar media y sumarle ladrillos a su confianza, en estos momentos exigua, y las tres las erró. Decidió finalizar él mismo las tres: acabaron en la grada. Sigue con la linterna apagada, como cuando salió ante el Levante y falló ocasiones claras, a veces por pecar de chupón. Sin embargo, una semana antes, en Pamplona, había firmado una actuación de notable alto, con doblete. No se ha vuelto a ver ese João.
Mala noche. A su suplencia en el Camp Nou, donde también se le vio taciturno y cabizbajo, le unió los malos minutos del viernes. Nada más sentarse en la grada-banquillo le pusieron hielo en el tobillo, con un golpe, y comenzó a mirar vidrioso lo que pasaba ante sus ojos sin haber encontrado su sitio cuando se acaba de cumplir su primer aniversario como rojiblanco. Lleva ocho goles (seis en LaLiga y dos en Champions) en 34 partidos. Entre lesiones y rotaciones, ha jugado el 58% de los minutos de esta temporada. Alternando buenas actuaciones con otras insípidas, y viendo como otros jugadores se llevan los focos que deberían estar centrados en él. Ahora, por ejemplo, Marcos Llorente.
Contra el Celta posiblemente tenga que descansar, pero después Simeone seguirá utilizándole, rotando dentro de ese grupo de ataque que forma con Costa, Morata y, ahora, Llorente. Pero debe arrimar el hombro para apuntalar ese rol de indiscutible que se le presupone. Lo contrario a lo que se vio en el Atlético-Mallorca.
Tocado Un golpe en un tobillo impidió al portugués entrenarse ayer
hora: un gol cada uno, el de Morata a pase de Llorente. Contra el Mallorca fueron titulares ambos, pero Llorente en la derecha. En esa posición asistió a Morata en el 2-0. Luego, tras salida de João Félix, formaron pareja de ataque unos minutos, hasta que el ‘9’ fue sustituido. En Vigo todo indica que compondrán la delantera (ambos están apercibidos, por otro lado), aunque Simeone tiene otra opción: devolver a Correa al ataque.