Vadillo se desquita tras un verano “inexplicable”
Ignorado en el Celta, ansía mostrar que es “válido”
Puede parecerle la prehistoria, pero no hace ni tres meses desde que el pasado 22 de julio, nada más meter al Granada en la Europa League, Álvaro Vadillo firmaba por el Celta. Misteriosamente, y así lo explicó el director deportivo celeste, Felipe Miñambres, Óscar García no contó con él. Y hace nueve días se le abrió el cielo, al interesarse el Espanyol por su cesión. Hasta el punto de que en el Celta ni siquiera llegó a jugar y como perico ha llegado antes el debut que la presentación, que se formalizó ayer.
“Esta pretemporada he vivido una situación difícil, inexplicable”, reconoció Vadillo en una conferencia de prensa telemática desde la Ciudad Deportiva Dani Jarque. Y abundó: “En cuanto vi lo que me pasaba en Vigo hablé con mi agente, salió lo del Espanyol y no me lo pensé ni un momento”. Una operación, con opción de compra obligatoria en caso de ascenso, que se fraguó en el último día de mercado. “Ahora, lo que quiero es demostrar que soy válido y poderlo disfrutar”, afirmó, en un vestuario donde cuenta con “el plus a la hora de integrarse” de contar con viejos amigos como Raúl de Tomás (al que llama afectuosamente “el Rulo”), Adrián Embarba o Dídac Vilà.
No en vano, cuenta Vadillo en este Espanyol que pretende pasar de puntillas por la Segunda División con el aval de la experiencia. En su currículo figuran nada menos que tres ascensos: en la temporada 2014-15 con el Betis, en la 2017-18 con el Huesca y un año más tarde ya en el Granada. “No me considero un talismán, porque esto es un juego de equipo, y ascendemos todos”, contestó el gaditano al respecto. Su conocimiento de la categoría, de hecho, le hace ser especialmente cauto pese a que la plantilla perica cuenta con “jugadores extraordinarios. “Tengo la experiencia de que, en cuanto sacas un poco de pecho, cualquiera te da una hostia”, reflexionó, sin tapujos.
Y apuntó: “La humildad y sobre todo la tranquilidad es lo que saqué en común de los tres ascensos”.
Consejo a Nico. También vale Vadillo, quien debutó en Primera División con el Betis cuando solo tenía 16 años, para arropar a los canteranos del Espanyol. Como Nico Melamed, que tiene 19 y el pasado jueves, tras estrenarse como goleador en Sabadell, renovó su contrato hasta 2024.
“Por lo poco que lo conozco, creo que va a necesitar menos ayuda que la mayoría de jóvenes”, consideró. Y zanjó: “Mi consejo es que se aísle del ruido y que disfrute”. Como él.
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