La Segunda B arranca con morbo y preocupación
Albelda y Helguera, contra sus ex
El balón vuelve a rodar para el fútbol no profesional. Un alivio para futbolistas que llevaba meses en ERTE y sobreviviendo con lo mínimo (los millones son cosa de la élite; este es el fútbol modesto) y para clubes que hacían malabares para evitar echar el cierre. Aunque todavía con apuros, la Segunda B vuelve y lo hace de una manera atractiva y cierto morbo en la primera jornada.
El formato, un poco enrevesado, le dará emoción a una liga que aumenta de 80 equipos a 102 y que se reparten en cinco grupos. Estos, a su vez, se dividen en dos subgrupos de 10, salvo en dos casos (el 2A y 3A), que contarán con 11. En la primera fase se jugarán 18 partidos, donde los equipos de cada subgrupo se enfrentarán a ida y vuelta. Los tres primeros de cada subgrupo quedarán automáticamente clasificados para la Primera RFEF (categoría intermedia entre la Segunda y la Segunda B que se creará la próxima temporada) y optarán en las siguientes rondas por ascender a LaLiga SmartBank. Los que queden entre la 4ª y 6ª posición (o 7ª en caso de los grupos 2A y 3A) se clasifican a la fase de ascenso a la Primera RFEF. Y los que queden entre la 7ª y la 10ª (8º y 11º en el 2A y 3A) jugarán la fase de permanencia.
Para darle mayor interés, la primera jornada trae varios reencuentros. Hoy, David Albelda, entrenador del Atzeneta, se medirá al Mestalla, filial del Valencia, equipo del que fue capitán. Y mañana, Iván Helguera, que debuta en el banquillo de Las Rozas, recibirá al Castilla de Raúl. Doble reencuentro. Pero en Segunda B, cantera de grandes futbolistas y entrenadores, también habrá otros rostros muy conocidos: Dani Güiza y Granero, jugadores del Sanluqueño y del Marbella, respectivamente; o Xabi Alonso en el banquillo del filial de la Real Sociedad y Salva Ballesta en el del Algeciras.
Formato La categoría estrena sistema, con 102 equipos en diez subgrupos