El Chacho rompe récords
Sergio Rodríguez noquea al Madrid en Milán con su mejor actuación en la Euroliga: 25 puntos y 37 de valoración
Leer que Sergio Rodríguez se lució no suena a nuevo. Una constante en la última década en la Euroliga. Pero de todas esas grandes noches, la de ayer en Milán, batiendo claramente a Campazzo, Taylor y Llull, fue la mejor de su carrera. Las sensaciones se discuten, los números, no. En solo 24:54 en cancha se disparó hasta los 25 puntos (4 de 5 de dos y 3 de 6 de tres), 4 rebotes, 7 asistencias, solo una pérdida y 8 faltas recibidas para 37 de valoración. Su tope personal en 266 encuentros con cuatro clubes diferentes. Una gran actuación para celebrar su próxima paternidad, la de su tercer hijo. Y lo hizo ante su exequipo, un Madrid que arrancó con nota y acabó por suspender en la dura prueba del Mediolanum Forum. Y que además perdió a Abalde con unas molestias en la rodilla.
En la temporada más extraña de siempre, la motivación y los retos marcan más que nunca los partidos. Lo vimos en Milán, en una tarde diferente, en un desafío con nombres y apellidos, frente a un equipo que aspira a volver a la élite, a retornar a la Final Four 29 años después.
Era una plaza grande, con el glamour de Messina, Sergio, Datome, Hines y Delaney, que aguantó poco por una lesión de tobillo. Y para añadir incentivos, la presencia de público.
Como el escenario era otro, el quinteto del Madrid, también. Alocén, Abalde, Deck, Garuba y Tavares de titulares. Gran presencia física para marcar el paso en defensa y, en ataque, tres triples seguidos de Abalde. La rotación entró en acción pronto: Facu, Llull, Thompkins… Y el Madrid se asentó, la circulación ofensiva mejoraba (28-42). El Chacho era el que tiraba del carro del Armani. El que le quitó la tapa al aro en los triples con la bocina del cierre de la primera parte. El primer cañonazo mientras que su rival agrupaba 8 de 15 intentos. Ese acierto de Sergio fue el punto de inflexión al que se agarraron los locales, que regresaron más implicados atrás. El Real entró en un túnel oscuro (11 pérdidas en el segundo periodo). Casi cuatro minutos de apagón. Rodríguez seguía imposible de contener, era el latido del Armani, incluso en defensa, con dos robos geniales a Llull: 50-49.
El testigo lo agarró Datome, que castigó a Rudy una y otra vez, y luego fue Shields. La lesión de Abalde le hizo daño a Laso. Su equipo era un globo al que se le había soltado el nudo, cada vez se desinflaba más rápido: 66-57. Dos triples salvaron el jaque... Shields insistió y Sergio andaba otra vez al mando. Rompió a su par y dio un magnífico pase. De seguido, una bandeja angelical: 76-70. Ahora sí, jaque mate. Reinó el Chacho, su Milano pelea por volver.
Lesión Abalde sobresalió hasta que se retiró con molestias en una rodilla