Invita al pánico
Cuatro cambios de Zidane en el descanso tras un primer tiempo de espanto ● Ramos se lesionó
Negredo que entraba; Courtois fue una buena pantalla ante Lozano y le hizo un paradón a Cala; Negredo pifió dos cabezazos en ventaja... Y al final, aquella fiebre amarilla acabó con un remate sutil de Lozano ante Courtois, al que se le habían acabado los milagros. Un gol que establecía la diferencia entre un equipo ausente y otro omnipresente. Y una prueba de que el efecto barrera que impone Casemiro es imprescindible en el Madrid y de que el pretendido blindaje defensivo del equipo se ha quedado en los huesos. Los de ambos brazos de Courtois, concretamente, que salvó muchas y pifió una sin consecuencias.
Lo que vino después fue previsible. Un arranque en cuesta del Madrid con Modric como único remolque. Demasiada tarea para un solo futbolista que antes del descanso no le llevó al área de Ledesma: Isco
11SAQUES DEESQUINA DELCÁDIZ
El Cádiz sacó nada menos que 11 córneres: 7 en la primera mitad y 4 en la segunda. Ningún equipo logró que el Madrid concediera tantos saques de esquina como local en Liga desde hace casi 12 años. El Villarreal fue el último que sacó 11 (enero de 2009). Pero el Madrid ganó. no filtró pases, Vinicius no fue ni osado, Benzema resultó una sombra fucsia y Lucas Vázquez no ofreció demasiados progresos ante un rival trabajadísimo en el repliegue. Un Cádiz lleno de gente de orden y con instinto asesino en los contragolpes que cerró los mejores 45 minutos de su historia ante el Madrid. Al otro extremo, el equipo de Zidane, en su peor rato en meses con el agravante de la lesión de Ramos tras propinar un rodillazo a Lozano. Tampoco pudo seguir el hondureño.
Visto el desastre, Zidane se despojó de la diplomacia y el politiqueo. Cuatro cambios en el descanso, un temblor inédito: Casemiro y Valverde para cambiar el motor, Asensio para volver a volar y Militao como parche de Ramos. Y en el cuarto de hora final, Jovic, al que compraron como goleador de segunda instancia para partidos así.
Pero la reacción lógica del Madrid pilló avisado al Cádiz, protegidísimo en dos líneas muy juntas y con pocas fisuras. Había sabido atacar en las maduras y también sabía defender en las duras. Tuvo dos Vinicius, más emprendedor en la segunda mitad, y se le fueron. Es costumbre. En la carga final, con el Madrid buscando espacios que no existían en el juego interior, le anularon un gol a Jovic por fuera de juego de Benzema, que estrelló luego un balón en la madera. Sucedió en un final nervioso, con más empuje que claridad, y en el que resistió con solvencia el Cádiz, que suma tres victorias en tres salidas (y la primera de su historia en feudo blanco) mientras el Madrid desafina a las puertas de los grandes conciertos.