Guedes rompe el
Un golazo del portugués en el 91' resuelve el derbi ● Estrada Fernández pitó dos polémicos penaltis
El fútbol es caprichoso, que se lo digan a Guedes, que pasó de semanas siendo villano a héroe en el descuento, y el derbi de Mestalla dará también que hablar. Lo que el VAR le había dado al Villarreal en forma de penalti, el VAR se lo quitó con idéntico castigo. Y en el último suspiro del derbi, Guedes, a quien Gracia había indultado minutos antes, remató a los amarillos. El Valencia se llevó la victoria básicamente por la fe que tuvo hasta el final su colectivo, gracias a los goles de Carlos Soler (86’) y del portugués (91’). Ah, y también a Cillessen. Ahora sí se alejan del descenso. Tercera victoria consecutiva del Valencia como local. Todo lo contrario que el Villarreal, que sumó su quinta derrota en Liga y van ocho jornadas sin ganar. Ya se le fue la Champions y ahora también ve peligrar la Europa League.
Fue un derbi extraño, en el que por momentos parecía que a este Valencia lo que le podía salir mal, le saldría peor, que tenía el sino del desdichado, y sin embargo fue todo lo contrario. Porque los de Gracia comenzaron el derbi teniéndolo relativamente bajo control, desde luego más que los de Unai Emery. Con Álex Blanco y Wass imponiéndose a Foyth y Estupiñán y sin noticias de Gerard Moreno y menos aún de Alcácer. Los únicos peros que podían ponerle los ches a su velada eran las tarjetas que vieron Racic y Soler a la primera falta que cometieron, que les condicionaba en su careo con Parejo y Capoue y que les dejará fuera del derbi contra el Levante (tampoco estarán Gayà y Maxi Gómez por idéntica razón). Pero inclusive hasta esas amarillas podían interpretarse como síntoma de ímpetu, ese del que careció en Getafe, un querer morder al Villarreal aunque se pasaran de frenada.
Pero, de repente, Racic quedó tendido. El serbio se sintió mareado y como recientemente padeciera de vértigos, se quedó un rato en la banda a ver si mejoraba. Apenas fue un minuto y poco. Pero qué minuto y poco. Gerard Moreno, tipo listo, abrió a su banda izquierda porque intuía, como así fue, que Wass sin Racic se habría ido a tapar el centro y su lado estaría libre. Así fue. Por ahí llegó un centro que se convirtió en una doble ocasión, con Gayà y Gabriel Paulista evitando el gol bajo palos. Racic volvía al césped, el Valencia parecía que volvía a respirar… pero desde la sala VAR, Gil Manzano, cuya designación curiosamente había generado recelo por Vila-real, pedía la vez. En el origen de la ocasión, en