La imperfección soñadora de España
La Selección prosigue su camino con lo bueno y malo que tiene
Otro decorado. Shaqiri y Seferovic se dividían para quedarse uno con Busquets, pero el mediocentro supo recibir por detrás suyo. España gestionó el juego de posición sin filo. La superioridad numérica le debió hacer ahorrarse los penaltis tras una buena prórroga. Busquets y Pedri hilaron el juego, Alba llegó, Olmo se mostró y Llorente tomó la línea de fondo y el área. Sin gol. No importó porque estaba Unai Simón. Es una selección imperfecta, pero viva esta imperfección.