SPINAZZOLA SE ROMPE GRAVEMENTE
Spinazzola abandonó entre lágrimas el terreno de juego en el minuto 79. Después se confirmó la gravedad del alcance de su lesión. Tiene roto el tendón de Aquiles. Emerson será su sustituto en lo que queda de Eurocopa.
Habrá que ver cómo salimos de esta Eurocopa, que no da tregua y legitima la fuerza sentimental del fútbol. Su guion diabólico trajo otro partido gigante y conmovedor, que acabó por sentenciar el virtuosismo y la valentía de esta nueva Italia. Fue capaz de fundir sin moverse ni un ápice de su actual estilo a una selección con De Bruyne y Lukaku en el frente. Enorme Italia, dignísima Bélgica.
Se empeñan en recordar los entrenadores que el fútbol es de los jugadores, pero la presencia de Roberto Martínez y Mancini en los banquillos lo desmiente. En la cosmopolita Múnich, Martínez alistó a De Bruyne y dejó fuera de la convocatoria a Eden Hazard. El madridista no llegó a tiempo como le viene sucediendo. Como sustituto asomó el novel Doku, verso libre, que va sobrado de atrevimiento.
No fue la única sorpresa del técnico Roberto Martínez. Al igual que en el último Mundial, en aquella noche para el recuerdo ante Brasil, dejó a De Bruyne en el centro y trasladó a Lukaku a la derecha cuando tocaba defender para después asaltar la espalda de Spinazzola en la transición. A Mancini no le cambió su planteamiento. Volvió a Chiellini, sacrificó a Berardi por Chiesa y alentó su propuesta.
Lejos de la tradición defensiva, Italia ha interiorizado como suya la revisión del estilo que ha liderado Mancini. Ahora suda y juega, indistintamente. Es una selección