Se acabó un mes maravilloso

Analistas y expertos coinciden en que la Euro 2020 ha sido una de las mejores Eurocopas que se recuerdan. Partidos vibrantes, prórrogas, sorpresas y la vuelta del público a los estadios han hecho de esta edición un torneo excepcional que ha logrado que los aficionados al fútbol nos emocionemos como hacía tiempo que no lo hacíamos. La odisea de

Dinamarca, la renovada

Italia, el fortín inglés en

Wembley, la alegría de la República Checa, una Suiza desenfadada y, sobre todo, una España que nos ha devuelto la ilusión nos han dado razones de sobra para entusiasmarnos de nuevo con el fútbol de selecciones, que echaba en falta unos mimos entre tantos proyectos de clubes y Superligas.

Ycómo no, esta Eurocopa no podía despedirse sin una última prórroga y otra tanda de penaltis. Puede que no fuera el mejor partido del torneo, ni mucho menos, pero está claro que a los dioses del fútbol les estaba costando decirle adiós a este excelente campeonato y le pidieron media horita más al reloj. Pero en algún momento tenía que acabar. Incluso un mes tan maravilloso como este último.