AS (Aragon)

Valverde roza la gesta

Kuss impide la victoria del murciano de 41 años en Andorra Pogacar se queda sin equipo, pero resiste los ataques

- JUAN GUTIÉRREZ

Sepp Kuss conoce bien Andorra, porque es uno del medio centenar de corredores que residen en el Principado durante la temporada ciclista. Duerme en casa. Por eso tenía esta etapa marcada, como tantos otros. La montaña es el hábitat natural de este fino escalador de 26 años, natural de Colorado, iniciado en el mountain bike y fiel escudero de Primoz Roglic. Ya liberado de asistir al esloveno, aunque siempre con un ojo hacia atrás por si Jonas Vingegaard buscaba la hazaña, Kuss se impuso en la primera etapa de los Pirineos, que también es su primera victoria en el Tour, aunque no en una grande: en la Vuelta de 2019 venció en El Acebo. Sólo el estadounid­ense impidió ayer una gesta sin precedente­s, el triunfo del incombusti­ble campeón de 41 años Alejandro Valverde.

Las fugas del Tour siempre son delicatess­en. Ganadores de grandes rondas: Valverde, Nibali, Quintana… De grandes clásicas: Van Aert, Alaphilipp­e, Poels, Dan Martin… De etapas en vueltas: Ion Izagirre, De

Gendt, Gaudu, Kuss, Woods, Matthews, Elissonde… Podios del Tour: Kruijswijk… Ciclistas para todos los gustos a la caza de diferentes objetivos: la etapa, la Montaña, la asistencia a un líder… Y alguno de ellos, un poco para todo. Ese era el caso de Kuss, que lo mismo podía luchar por la etapa, que pararse para catapultar un posible ataque de Vingegaard. Sucedió lo primero.

Kuss arrancó en el último puerto y Valverde aguantó, en primera instancia, a su rueda, pero el estadounid­ense es un grimpeur explosivo, demasiada dinamita para el veterano y cada vez más diésel murciano. Valverde cedió terreno y dejó la persecució­n para el descenso. Una veintena de segundos le separaban de la gloria. Allá se lanzó a por la gesta, mientras que el selecciona­dor, Pascual Momparler, cruzaba los dedos en cada trazada. Hoy dará la lista para los Juegos de Tokio y el abuelo Alejandro será su líder. No pudo ser. Valverde entró segundo, a 23” de

Kuss, lo que también tiene su mérito cuando tu carnet de identidad sobrepasa la cuarentena.

Por detrás, el poderoso Ineos había sido capaz de destapar la debilidad de Tadej Pogacar, ese equipo UAE que dejó de arropar a su líder en el tercero de los cuatro puertos, el exigente Envalira. El equipo británico aisló al amarillo en la subida andorrana con un fuerte ritmo que no quiso ralentizar, así que frenó a sus dos fugados, Castroviej­o y Van Baarle, para dar más cera. Había carrera. El Ineos llegó a pie de la última ascensión con cinco corredores. El ataque estaba anunciado. La cuestión era si Pogacar, que había flojeado el miércoles en el Mont Ventoux, podría resistir el embate.

Beixalis, el campo de batalla, es un puerto duro pero corto: 6,5 kilómetros al 8,5%. Un perfil más apropiado para Pogacar, que aguantó el tiroteo de sus oponentes. Primero, de Carapaz. Después, de Vingegaard. Luego, de Urán. Más adelante, otra vez de Carapaz. No se puede decir que no intentaran despegarle, pero el esloveno también sabe defenderse sin equipo, esa es su salvación. Enric Mas, por cierto, mantuvo el tipo en todas las peleas, esta vez sí, e incluso tensó en el descenso final. El rendimient­o del balear siempre sube con el paso de los días. La puja por el podio está que arde.

La Montaña. La fuga también se había amenizado con otra encarnizad­a lucha, tan fiera como la del podio, por otro honor en París: el Premio de la Montaña. Nairo Quintana había partido con el objetivo de recuperar el maillot de lunares que le arrebató Michael Woods, pero se topó con otros dos recios candidatos: Wout van Aert y el nuevo líder, Wout Poels. Los tres rivales, que se dieron de lo lindo en los dos primeros puertos, son más rápidos que el colombiano, que tendrá que inventarse otras estrategia­s si quiere aspirar a la prenda, como hizo en Envalira, donde atacó y coronó en solitario. Luego lo intentó en Beixalis, pero ya no le dio para tanto. Las montañas, que un día fueron de Nairo, ahora son para Kuss… Y para Pogacar, claro.

Resolución Valverde no aguantó el ritmo de Kuss en la subida a Beixalis

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Alejandro Valverde felicita deportivam­ente al estadounid­ense Sepp Kuss, que le batió en la meta de Andorra, en la 15ª etapa del Tour de Francia.

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